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Bilbao sobre fondo verde

La energía vital de las plantas multiplicada por veinte. Desde el lunes y hasta el 5 de agosto, la capital vasca exhibe las 20 obras finalistas del primer concurso de jardines urbanos bilbaino.

Unos 500.000 millones de seres "humanos, animales, insectos, vegetales y, también, microorganismos" serán más felices gracias al TP-Orgofonohm 2000, "un recinto biomodular integrado" con cinco enormes pilas de discos de diferentes materiales, a modo de grandes condensadores, rematadas por globos de colores. ¿Su objetivo?: "acumular la energía vital sobrante de su alrededor" para lanzarla, ...

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La energía vital de las plantas multiplicada por veinte. Desde el lunes y hasta el 5 de agosto, la capital vasca exhibe las 20 obras finalistas del primer concurso de jardines urbanos bilbaino.

Unos 500.000 millones de seres "humanos, animales, insectos, vegetales y, también, microorganismos" serán más felices gracias al TP-Orgofonohm 2000, "un recinto biomodular integrado" con cinco enormes pilas de discos de diferentes materiales, a modo de grandes condensadores, rematadas por globos de colores. ¿Su objetivo?: "acumular la energía vital sobrante de su alrededor" para lanzarla, amplificada, sobre todo bicho a 30 metros a la redonda.

TP-O 2000, un guiño en clave de humor a las teorías bioenergéticas del psicólogo austriaco Wilhelm Reich y su "acumulador de orgones", es el proyecto del grupo de arquitectos florentinos Nemogruppo, uno de los 20

bocetos seleccionados, entre un total de 132 obras, para la fase final de Bilbaojardín 2007, concurso de diseño de jardines que se celebra en un entorno urbano. Fuera de concurso participan los diseños de Óscar Tusquets y Cerabella, Javier Mariscal, Ailanto (firma formada por Iñaki y Aitor Muñoz), Ouka Leele y Artur Bossy.

El jardín que los holandeses Cazemier & Vankempen han ideado para el parque Etxebarria se llama Trash Mountain: una montaña de basuras biodegradables que, en el transcurso de la exposición, se convertirá en un mar de flores, un símbolo de la transformación urbanística de Bilbao. La fantasmagoría (el arte de representar figuras por medio de una ilusión óptica) y la ecología articulan The Fovea Garden (El Jardín de la Fóvea), de los franceses Bruno Garnerone, Julien Lecomte y Franck Rezzak. La fóvea es un punto de la retina situado en línea con el eje óptico, el lugar donde se alcanza la máxima agudeza visual.

Los catalanes Amaia Celaya y Víctor Blanco, por su parte, juega con las geometrías fractales para crear un jardín secreto en su obra Shine on, you secret diamond. A partir del lunes, cuando se conocerá el veredicto del jurado, todas las obras estarán a la vista del público en diferentes calles, plazas y espacios abiertos de Bilbao, donde permanecerán hasta el 5 de agosto.

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The Fovea Garden, de los franceses Bruno Garnerone, Julien Lecomte y Franck Rezzak.

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