Alcalde a cara o cruz

La moneda voló durante dos segundos. Salió cruz, y Salvador Rodríguez conservará la alcaldía de Carataunas (Granada), un pequeño municipio de la Alpujarra. Pero en ese instante Salvador, candidato del PP y alcalde los últimos doce años, atravesaba la Gran Vía de Granada en un autobús. No pudo acudir por los nervios, y prefirió refugiarse en el ruido de la ciudad. En las pasadas elecciones municipales, los 132 vecinos con derecho a voto de Carataunas dividieron sus papeletas a partes iguales entre el PP y el PSOE, y se produjo entonces un empate que fue deshecho ayer con el lanzamiento de una m...

La moneda voló durante dos segundos. Salió cruz, y Salvador Rodríguez conservará la alcaldía de Carataunas (Granada), un pequeño municipio de la Alpujarra. Pero en ese instante Salvador, candidato del PP y alcalde los últimos doce años, atravesaba la Gran Vía de Granada en un autobús. No pudo acudir por los nervios, y prefirió refugiarse en el ruido de la ciudad. En las pasadas elecciones municipales, los 132 vecinos con derecho a voto de Carataunas dividieron sus papeletas a partes iguales entre el PP y el PSOE, y se produjo entonces un empate que fue deshecho ayer con el lanzamiento de una moneda, una fórmula prevista en la ley.

"Salva, sé que estás nervioso, pero eres de nuevo alcalde por sorteo. Te guardaré la moneda para que la enmarques. Felicidades. Ahora te llamarán cuando te recuperes". Cecilio Martín, representante del Partido Popular, telefoneó tras el sorteo a Rodríguez, que le contestó con la voz entrecortada por la emoción.

La escena fue rápida. Los representantes del PSOE y PP se situaron a los lados del funcionario Álvaro Garnica, en una sala de los juzgados de Órgiva. Los tres sonreían y conversaban con elegante camaradería. No había tensión. Ninguno de los dos candidatos a alcalde quiso acudir al lance.

El presidente de la Junta Electoral, Antón Henares, dispuso a los periodistas en una sala austera, entre las bancas desvencijadas y con la pared forrada de terciopelo rojo como decorado.

José Martín, miembro de la ejecutiva socialista de Granada, aportó la moneda de 20 céntimos y eligió cara. "Por la cara de Cervantes y por Carataunas", contaría más tarde. El representante popular aceptó la cruz de la moneda como alternativa, y ésta se lanzó al aire. El destino quiso que el PP se alzara con la alcaldía. "Un sorteo siempre es cruel. Salvador seguirá siendo alcalde, si sus tres concejales quieren, claro", bromeó Martín.

El revuelo de los periodistas en torno a los tranquilos juzgados de Órgiva, donde ayer se reunió la Junta Electoral de zona para analizar el recuento de votos, se esfumó al anunciar un funcionario judicial que el recurso presentado por un par de votos anulados retrasaría el sorteo hasta el próximo lunes. De pronto, el PP retiró el recurso al comprobar que éste no prosperaría, y redactores, fotógrafos y cámaras de televisión corrieron escalera arriba de forma atropellada.

En el sorteo no hubo pomposas declaraciones políticas: "¿Por qué ha elegido cruz?", le inquirió una periodista al representante popular. "Porque mi predecesor eligió cara", respondió éste asombrado y sonriente. Y así diez minutos. Los representantes aceptaron con entusiasmo y decepción el resultado, y recordaron que el empate de votos ya se había producido en el pueblo granadino de Güéjar Sierra en 1995.

A continuación, repasaron junto al presidente de la Junta Electoral el escrutinio de votos de los 27 pueblos de la Alpujarra. El PSOE logró 18 alcaldías y el PP 7, mientras que dos ayuntamientos serán gobernados por independientes. Ninguno dio tantos problemas y dudas como Carataunas. "Qué va, todo perfecto", confirmaron ambos.