Reportaje:

Contratos de campaña

Mujeres desfavorecidas trabajarán tres meses en las cuadrillas del Ayuntamiento de Jaén que arreglan los parques

Ha sido bautizada como la cuadrilla ciudadana femenina de Jaén. Se las ve por jardines y parques públicos con monos azules, azadas y palas ante la sorpresa de muchos vecinos, acostumbrados a rostros masculinos en ese tipo de trabajos. Se llaman Isabel, Maribel, Juani, Verónica y Trini, entre otras. En todas coincide una circunstancia: son siete mujeres en situaciones desfavorecidas. Desde madres que viven solas con cargas familiares a víctimas de malos tratos.

Todas han acogido con ilusión la iniciativa del Patronato de Asuntos Sociales, que las ha contratado por tres meses. Pero ¿y des...

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Ha sido bautizada como la cuadrilla ciudadana femenina de Jaén. Se las ve por jardines y parques públicos con monos azules, azadas y palas ante la sorpresa de muchos vecinos, acostumbrados a rostros masculinos en ese tipo de trabajos. Se llaman Isabel, Maribel, Juani, Verónica y Trini, entre otras. En todas coincide una circunstancia: son siete mujeres en situaciones desfavorecidas. Desde madres que viven solas con cargas familiares a víctimas de malos tratos.

Todas han acogido con ilusión la iniciativa del Patronato de Asuntos Sociales, que las ha contratado por tres meses. Pero ¿y después qué? Como era de suponer, la creación de estas cuadrillas en plena precampaña electoral y la corta duración de los contratos ha transformado el componente social que le da el gobierno local en objeto de polémica.

"Estaba agobiada, sólo cobraba 400 euros de paro y tenía que mantener a tres hijos; es un trabajo duro pero al menos tenemos una oportunidad laboral", comenta Maribel, ajena a cualquier controversia. "Antes de esto mi única alternativa era trabajar limpiando casas", agrega Trini, de 37 años, divorciada y con cuatro hijos a su cargo. Verónica es la más joven. A sus 20 años, y tras una fugaz experiencia en un supermercado, aspira a ahorrar el dinero suficiente para poder compartir un piso con su novio. Su sueldo es de 1.300 euros al mes.

"Aquí no hay discriminación alguna, cobran igual que los hombres", remarca Francisco, el capataz de esta cuadrilla, que asegura que "trabajan más que los hombres". También hace hincapié en resaltar el cumplimiento de las medidas de seguridad al señalar a Juani, que se ha colocado los arneses de seguridad para limpiar una ladera llena de escombros en un parque junto al mercado de Peñamefécit.

Las beneficiarias de estas cuadrillas femeninas tienen pocas ganas de hablar de sus dramas personales y menos aún de explicar cómo lograron el trabajo. Todas indican que acudieron al Patronato de Asuntos Sociales a pedir un empleo. "Esperemos que no sea algo electoral, y que nos renueven el contrato a los tres meses", asegura Isabel, que alude a la dificultad para pagar mensualmente su hipoteca de 400 euros porque los únicos ingresos de su familia son los suyos.

El concejal de Asuntos Sociales, Antonio Lucas (PP), defiende la creación de estas cuadrillas para dar respuesta a mujeres de entre 18 y 45 años con cargas familiares y en riesgo de exclusión social, y rechaza cualquier componente electoral. "Esta iniciativa es, desde luego, mucho más beneficiosa que dar ayudas o subsidios; es mejor dar la caña que no el pez", indicaba Lucas.

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Sin embargo, desde la oposición se aporta otra visión. "Las cuadrillas femeninas son un chiringuito inventado por el concejal de Asuntos Sociales y por el alcalde para no sabemos qué réditos políticos", dice Carmen Guerrero, concejal socialista de la oposición. La edil considera que se "ha vulnerado el principio de igualdad de oportunidades".

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