Los catalanes vuelven a confiar en los políticos pese al aumento del número de abstencionistas, según un sondeo

Los niveles de confianza de la opinión pública respecto a los políticos catalanes se sitúan en la actualidad en porcentajes similares a noviembre de 2005, recién aprobado el Estatuto en el Parlament, según un sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. Desde la última oleada, en noviembre del pasado año, el índice de satisfacción política de los ciudadanos se ha incrementado en 6,3 puntos y, de esta forma, el número de personas que dicen confiar en los políticos representan el 45,8% de los encuestados. A pesar de esta creciente mejora el porcentaje de descontentos supera ...

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Los niveles de confianza de la opinión pública respecto a los políticos catalanes se sitúan en la actualidad en porcentajes similares a noviembre de 2005, recién aprobado el Estatuto en el Parlament, según un sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. Desde la última oleada, en noviembre del pasado año, el índice de satisfacción política de los ciudadanos se ha incrementado en 6,3 puntos y, de esta forma, el número de personas que dicen confiar en los políticos representan el 45,8% de los encuestados. A pesar de esta creciente mejora el porcentaje de descontentos supera al de satisfechos en 8,4 puntos, mientras que en noviembre del pasado año este diferencial se situaba en 21 puntos.

Con estos datos, el director del CEO, Gabriel Colomé, concluyó ayer que Cataluña ha superado "el desgaste" generado por el debate del nuevo Estatuto y que, por tanto, "se ha regresado a un ciclo de normalidad tras las turbulencias producidas" por ese proceso parlamentario. Por ejemplo, en marzo de 2006, durante la discusión del Estatuto en Madrid, la diferencia entre satisfechos e insatisfechos era de 22,6 puntos, el más alto desde que el CEO elabora sus barómetros.

A pesar de estas esperanzadoras cifras, la encuesta revela todavía un alto grado de ciudadanos que optan por no participar en los procesos electorales, es decir, los abstencionistas y los desmovilizados. Entre los dos suman el 31,7% de los encuestados, ocho puntos por encima que en noviembre del pasado año. El índice que más crece es el de los abstencionistas (que no recuerdan haber ido a votar y que no lo harán en el futuro), con 7,8 puntos [véase cuadro].

Gabriel Colomé justificó este eventual incremento de la abstención a un cambio en el sentido del voto de algunos electores pues, en su opinión, siempre que se da un trasvase de opción política primero el votante se declara abstencionista.

Como consecuencia de este hecho, el número de personas que se declaran participativas (que acuden siempre a votar) disminuye en siete puntos porcentuales y pasa del 58,5% al 51,5%.

En cualquier caso, de estas cifras no puede pronosticarse un comportamiento electoral de los catalanes en las próximas municipales del 27 de mayo, una cita en la que se registran altos índices de abstencionismo.

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