El comercio textil chino aceleró al 25% su crecimiento en 2006, pese a las restricciones

El país asiático compensa en otros mercados los límites de la UE y EE UU a las importaciones

Los muros que levantaron Estados Unidos y la Unión Europea a finales de 2005 para frenar la llegada masiva de fibras y productos textiles chinos a sus mercados lograron contener la primera marea. Según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las compras a China crecieron en 2006 sensiblemente menos en EE UU (15%) y en la UE (10%) que el año anterior, cuando se dispararon por encima del 40% en ambas áreas. Pero los exportadores chinos se sobrepusieron a la desaceleración en dos de sus mercados básicos y volvieron a elevar sus ventas globales un 25% en 2006.

El comercio ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los muros que levantaron Estados Unidos y la Unión Europea a finales de 2005 para frenar la llegada masiva de fibras y productos textiles chinos a sus mercados lograron contener la primera marea. Según un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las compras a China crecieron en 2006 sensiblemente menos en EE UU (15%) y en la UE (10%) que el año anterior, cuando se dispararon por encima del 40% en ambas áreas. Pero los exportadores chinos se sobrepusieron a la desaceleración en dos de sus mercados básicos y volvieron a elevar sus ventas globales un 25% en 2006.

El comercio textil chino se ha acelerado de manera vertiginosa en el último lustro. Cuando el país asiático se incorporó a la OMC, en 2001, las ventas de ropa y fibras textiles al resto del mundo sumaban más de 50.000 millones de dólares. El levantamiento del sistema de cuotas disparó las exportaciones chinas en 2005 hasta alcanzar los 116.000 millones de dólares (85.000 millones de euros), con un crecimiento del 20% respecto al año anterior.

El aumento de ventas en 2005 se concentró en EE UU y la UE. Y pudo ser aún mayor. La eliminación del sistema de cuotas elevó las compras de prendas de vestir de origen chino de forma exponencial. En el primer cuatrimestre de 2005, las importaciones de pantalones crecían un 879% respecto al mismo periodo del año anterior en la UE. En Estados Unidos, las compras de camisetas chinas aumentaron un 1.258% en ese mismo periodo.

Tanto la Unión Europea como Estados Unidos aplicaron cláusulas excepcionales permitidas por la OMC para frenar la avalancha y se pusieron a negociar con el Gobierno chino. Los acuerdos fueron de naturaleza similar: topes al crecimiento de la importación (entre el 8% y el 16%) en productos sensibles durante un periodo transitorio para facilitar la adaptación de las industrias nacionales. En el caso de la UE, el periodo transitorio llega hasta 2007 y se protegen 10 categorías de productos, mientras que Estados Unidos logró un año más y ampliar la lista a 35 categorías de productos.

Las restricciones se aplicaron de forma íntegra por primera vez el año pasado. Y se dejaron notar. En su informe sobre el comercio mundial, publicado a principios de mes, la OMC dedica un capítulo específico al sector. "La reintroducción de cuotas en Estados Unidos y la UE durante 2005 tuvo un efecto restrictivo en las importaciones textiles desde China", confirma el organismo internacional en su informe. El año pasado, "las tasas de crecimiento cayeron muy por debajo de la mitad en estos mercados", constata. El informe también destaca la buena marcha de las exportaciones de otros países asiáticos como Indonesia, Camboya, Bangladesh o Vietnam (con crecimientos por encima del 20%), en detrimento de los países centroamericanos, y México, en el caso de Estados Unidos, o de los países del Magreb, en el caso de la UE.

Protección

Pese a las restricciones, el textil chino aumentó su cuota en Estados Unidos (las importaciones chinas crecieron un 15% frente al 4% de las importaciones totales) y en la UE (10% frente al 6% global), áreas en las que es el suministrador líder (en EE UU copa casi un tercio del mercado). Pero el aumento de la cuota china fue mucho más rotundo en el mercado mundial. Según el informe de la OMC, las exportaciones totales del textil chino aumentaron en 2006 un 25,2%, aún más que el año anterior, y rozaron los 144.000 millones de dólares (107.000 milones de euros), casi el triple que hace cinco años.

Un indicio de que la enorme capacidad de producción que se puso en marcha por las expectativas de ventas en EE UU y la UE ha logrado colocar sus textiles y prendas de vestir en otros mercados. Y también, una señal muy clara de que el segundo asalto del textil chino será aún más poderoso cuando se levanten las restricciones.

Una perspectiva que llevó hace dos semanas a la patronal europea a reclamar nuevas medidas de protección cuando expiren las restricciones de la UE, a finales de este año, al entender que los exportadores chinos siguen vendiendo bajo coste. O que motivó que EE UU presentara en febrero una denuncia ante la OMC acusando a China de financiar sus exportaciones, incluidas las textiles.

Archivado En