Jornada laboral y ahorro energético
Como medida contra el calentamiento global y, además, como adecuación al plan concilia, propondría que la jornada de trabajo en las empresas fuera continua, y no partida como lo es actualmente en la inmensa mayoría de las empresas.
Salvo en Madrid y Barcelona, donde debido a las grandes distancias a recorrer hasta los lugares de trabajo se tiene una cultura de comer en una hora en los centros de trabajo o en los restaurantes cercanos, en el resto de provincias la costumbre es la de volver a casa para comer y por la tarde regresar para continuar con la jornada laboral, con el consiguient...
Como medida contra el calentamiento global y, además, como adecuación al plan concilia, propondría que la jornada de trabajo en las empresas fuera continua, y no partida como lo es actualmente en la inmensa mayoría de las empresas.
Salvo en Madrid y Barcelona, donde debido a las grandes distancias a recorrer hasta los lugares de trabajo se tiene una cultura de comer en una hora en los centros de trabajo o en los restaurantes cercanos, en el resto de provincias la costumbre es la de volver a casa para comer y por la tarde regresar para continuar con la jornada laboral, con el consiguiente uso del vehículo propio o transporte público y el consabido efecto contaminante debido fundamentalmente a las emisiones de CO2.
Si la jornada fuera continua, tendríamos un nivel de contaminación del 50% menos respecto al actual, por lo que sería una de las formas más eficaces de lucha contra el calentamiento global. Además, se evitarían muchos atascos, se ganaría en calidad de vida, al haber una mayor conciliación con la vida familiar y nos adecuaríamos más a los horarios europeos. Aparte de esto, seguramente el rendimiento en el trabajo sería mayor, puesto que está demostrado que las horas posteriores a las comidas no son las óptimas para un mayor rendimiento laboral.
¿Cómo se podría llevar a cabo este proyecto? Desde luego, con la tradicional cultura de empresa española los empresarios no estarían de acuerdo con esta idea, pero mediante la incentivación con la reducción de impuestos seguro que se podría contribuir a evitar que nuestro planeta se vea abocado a una innecesaria destrucción.
Actualmente, el calentamiento global ya nos está afectando, y desde un punto de vista económico, las sequías y las lluvias intensas nos están acarreando una gran cantidad de pérdidas económicas que cada vez serán mayores conforme se incremente el efecto provocado por este calentamiento.