Una mujer y su hija fallecen en Órgiva al incendiarse la furgoneta en la que vivían

Otro bebé, que estaba con sus padres en una comunidad 'hippy', muere en la localidad

El municipio granadino de Órgiva ha vivido un fin de semana dramático con el fallecimiento de dos bebés y una mujer. En el primer suceso, ocurrido sobre las 22.00 del pasado sábado, una mujer de 40 años de nacionalidad italiana y su hija fallecieron al incendiarse la furgoneta en la que vivían. Otra mujer resultó herida como consecuencia del fuego, que se originó por un hornillo. Pocas horas después, falleció otro bebé con indicios de abandono. Tanto los padres de este niño como la mujer fallecida formaban parte de las comunidades hippies asentadas en la localidad.

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El municipio granadino de Órgiva ha vivido un fin de semana dramático con el fallecimiento de dos bebés y una mujer. En el primer suceso, ocurrido sobre las 22.00 del pasado sábado, una mujer de 40 años de nacionalidad italiana y su hija fallecieron al incendiarse la furgoneta en la que vivían. Otra mujer resultó herida como consecuencia del fuego, que se originó por un hornillo. Pocas horas después, falleció otro bebé con indicios de abandono. Tanto los padres de este niño como la mujer fallecida formaban parte de las comunidades hippies asentadas en la localidad.

Desde el pasado 17 de marzo permanece en Órgiva una colonia hippy que asistió a la llamada Fiesta del Dragón, que reúne cada año en la localidad a miles de personas que disfrutan de la llegada de la primavera en una celebración rodeada de polémica.

En torno a las diez de la noche del pasado sábado, una caravana que llevaba varios días estacionada en el kilómetro 5 de la carretera GR-4201, a la altura del cruce de Cáñar, comenzó a arder con tres personas en su interior provocando quemaduras mortales a una mujer de unos 40 años y a su bebé, de dieciocho meses. La tercera ocupante del vehículo, una chica de 28 años amiga de las fallecidas, también recibió diversas quemaduras. Esta mujer permanecía ayer en la UCI del hospital Virgen del Rocío de Sevilla en estado muy grave.

Según las primeras investigaciones, el fuego pudo iniciarse en una pequeña cocina instalada en el interior de la caravana junto a la que se han encontrado varias sartenes y una bombona de butano. Al parecer, madre e hija vivían de manera estable en el interior del vehículo, que utilizaban como residencia y en el que dormían, sobre un colchón en el suelo.

Pese a la gravedad de la tragedia, no ha sido suficiente para colmar una noche negra para el pueblo. Ocho horas después, en torno a las seis de la madrugada de ayer, un hombre y una mujer instalados en la colonia hippy llevaban en brazos al centro de salud de Órgiva a su hijo, un bebé de 45 días que llegó cadáver al centro médico y que, según fuentes sanitarias, presentaba síntomas de abandono. A pesar de la coincidencia del fallecimiento de los dos menores, fuentes policiales aseguraron ayer que los dos casos no guardan ninguna relación.

La caravana incendiada no se encontraba en la zona conocida como Los Cigarrones, donde la comunidad hippy se instala cada año para celebrar la Fiesta del Dragón, sino en una colonia más pequeña al norte de la localidad. En palabras de María Dolores, vecina de la localidad de Tablones, que limita con Órgiva, esta circunstancia no quiere decir que los ocupantes del vehículo incendiado no pertenezcan a la comunidad. "Son los mismos. En el pueblo existen tres colonias: El Morreón, El Beneficio y Los Cigarrones, esta última es más conocida por el jaleo de la fiesta pero son todas más o menos iguales", aclaró.

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Tras la celebración de la última Fiesta del Dragón el pasado 17 de marzo y de la llegada de la primavera, la comunidad de hippies ha aumentado, un un fenómeno que no suele disminuir hasta después del verano. "No molestamos a nadie. Estamos aquí en el campo a nuestro rollo", declaraba ayer uno de los pocos jóvenes instalados en la zona. "Aquí podemos llevar el tipo de vida que queremos y sentirnos más libres, por mucho que fastidie al resto de los mortales", añadió este joven sin querer facilitar su nombre.

Lo cierto es que tranquilos o no, los vecinos de la zona no opinan igual que ellos. "No es forma de vivir. Ya no sólo por nosotros, a los que nos molestan constantemente, sobre todo durante la fiesta esa que organizan aquí cada año. Lo cierto es que ya ven, que llevábamos razón, que no puede vivirse de ese modo", relataba ayer Angustias, una vecina del municipio.

El pasado 17 de marzo, según los habitantes de la zona, la Fiesta del Dragón fue más grande que cualquier otro año. Unas 10.000 personas se dieron cita en la localidad para celebrar la llegada de la primavera en una convocatoria que atrajo a visitantes de España y Europa. Más de 3.000 vehículos se instalaron en la zona de Los Cigarrones, lo que obligó a activar un fuerte dispositivo policial que no registró incidentes destacables.

Órgiva se encuentra enclavada en plena Alpujarra en un hermoso paraje natural rodeado de montañas. En torno a 5.000 personas se encuentran censados en el municipio aunque la realidad es otra. "Es posible que incluso esta población supere los 8.000 habitantes porque los hippies no están censados", aclara Miguel Ruiz de Almodóvar, escritor instalado desde hace más de 20 años en el pueblo.

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