Fallas 2007

El viento racheado complica la 'cremà'

Valencia echó ayer el cierre a las Fallas pendiente de las fuertes rachas de viento durante la noche de la cremà de los cerca de 768 monumentos (grandes e infantiles) colocados en sus calles y plazas. La plantilla de bomberos trabajó "al 100%", según el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez. Un total de 550 profesionales que a lo largo de la tarde evaluaron la dificultad de controlar la quema en medio de la ventolera, y como todos los años, en un centenar de fallas situadas en pequeñas plazas y muy cerca de edificios residenciales.

Los bomberos analizaron, entre otras...

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Valencia echó ayer el cierre a las Fallas pendiente de las fuertes rachas de viento durante la noche de la cremà de los cerca de 768 monumentos (grandes e infantiles) colocados en sus calles y plazas. La plantilla de bomberos trabajó "al 100%", según el concejal de Seguridad Ciudadana, Miguel Domínguez. Un total de 550 profesionales que a lo largo de la tarde evaluaron la dificultad de controlar la quema en medio de la ventolera, y como todos los años, en un centenar de fallas situadas en pequeñas plazas y muy cerca de edificios residenciales.

La explosión de una furgoneta con petardos deja 17 heridos y evidencia la falta de control en el transporte
Los vecinos se organizan por primera vez para protestar por los excesos de la fiesta y denunciar a una comisión
La Policía Local ha decomisado 956 kilos de productos pirotécnicos en el año de la moratoria a los menores para tirar petardos
El temporal obliga a los bomberos a extremar la vigilancia y alarga la quema de los monumentos falleros

Los bomberos analizaron, entre otras temas de seguridad, limitar el uso de la traca para encender las fallas y, en su caso, usar gasolina. La precaución exigió garantizar la presencia de los profesionales en más monumentos de lo habitual, lo que hacía prever una larga noche de cremà, más allá de los horarios previstos. Además, Domínguez adelantó que el castillo de fuegos artificiales tras la cremà en la plaza del Ayuntamiento se limitaría a la traca terrestre.

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La primera víctima de la preemergencia de rachas de hasta 70 kilómetros por hora fue la falla Exposició-Miser Mascó, que vio caer el remate de la composición de 24 metros de altura. La falla Convent Jerusalem-Matemàtic Marzal también perdió algunas figuras y L'Antiga de Campanar retiró a tiempo las que peligraban. Mientras, Nou Campanar y Na Jordana cerraron por seguridad el acceso al interior de sus fallas. El viento, además, tumbó partes de monumentos en Gandia, Cullera y Burriana.

La ventisca no afectó a la última mascletà de esta edición fallera, disparada por la pirotecnia Ricardo Caballer de Godella, al igual que la Nit del Foc del domingo, disfrutada por 800.000 espectadores. Caballer utilizó ayer 120 kilos de material pirotécnico en un espectáculo atronador que sembró la plaza de serpentinas con los colores de la senyera. En medio del humo, comenzaron los balances de estas Fallas, marcadas por la explosión de una furgoneta con material pirotécnico que dejó 17 heridos, y por ser las primeras en las que se ha hecho patente el soterrado malestar de muchos vecinos ante los abusos de las fiestas. Lo reconoció el propio concejal de Fiestas, Félix Crespo, que aseguró que se ha producido "un punto de inflexión" que ha servido, en su opinión, para una "concienciación mutua" de falleros y vecinos en torno a la necesidad de compatibilizar sus posturas. "El extremismo en cualquiera de los dos lados no tiene ningún sentido", según Crespo.

El germen de la protesta ciudadana se ha situado en el barrio de Russafa, que alberga en sus calles 23 monumentos y la mayor estructura de iluminación, formada por 750.000 bombillas. La falla Sueca-Literato Azorín no encontró mejor sitio que el andamio de un edificio para amarrar las luces, lo que causó inquietud entre los residentes del inmueble, en rehabilitación. ¿Y si cede el andamio en plenas fiestas con la calle llena de gente?, argumentaron. La denuncia vecinal obligó al Ayuntamiento a reaccionar. La solución, retirar el andamio hasta después de Fallas. Pero el malestar ya estaba en la calle, y se hizo tan ruidoso como el mix fallero de petardos y disco-móvil cuando los vecinos protagonizaron una cacerolada. El conflicto no hizo más que empeorar al colocar la falla depósitos con 5.000 litros de gasóleo como combustible para la iluminación, otro foco de inseguridad y de ruido. Los vecinos se presentaron directamente en el Tribunal Superior de Justicia para pedir que se pusiera freno al descontrol y la Fiscalía ordenó retirar el gasóleo. El Ayuntamiento dio 48 horas a la Falla para retirar los depósitos.

Los residentes de Russafa no han sido los únicos en actuar contra el libre albedrío de las fallas. La Confederación Valenciana de la Pequeña y Mediana Empresa también protestó por el corte de calles una semana antes de la fiesta. Las pymes calcularon un 20% de pérdidas por una medida que tildaron de "abusiva". Los hosteleros de la nueva Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de Menéndez Pelayo llevaron a la mascletà su rechazo al recorte de horarios junto a una verbena fallera con permiso de apertura hasta las cuatro de la madrugada.

El Ayuntamiento hizo hincapié en los éxitos de la organización de las Fallas y la afluencia de visitantes. El concejal de Circulación, Alfonso Novo, se congratuló por el aumento del uso de transportes públicos. La alcaldesa, Rita Barberá, calificó las fiestas de "magníficas" y aseguró que "se ha doblado" la población de la ciudad. Preguntada sobre los invitados al balcón, Barberá afirmó que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, "no ha venido porque no ha querido", mientras que disculpó la ausencia del líder popular, Mariano Rajoy, porque tenía "muchos líos" y ha venido otros años. La alcaldesa rechazó que se mezclen las Fallas con la precampaña electoral, "aunque alguno lo haya intentado". Tanto el PP como el PSPV-PSOE han exhibido pins o pañuelos de sus candidatas. En la plaza, ayer bailaba por última vez la geganta de Carmen Alborch, acompañada por la diputada, para sorpresa de muchos visitantes.

Las Fallas han transcurrido "perfectamente", insistió la alcaldesa, "salvo por la explosión de la furgoneta" con petardos en la calle de Azcárraga el pasado viernes, que "se resolvió de una manera inmediata y una entrega de trabajo tremenda de los servicios municipales". Las actas de denuncia de daños en las viviendas ascendían ayer a 215, la mayoría por rotura de cristales, según Domínguez. Sin embargo, una familia aún no ha podido regresar a su piso y hay un coche de vigilancia hasta que se instalen de nuevo todos los cristales y cierres de locales. La explosión causó 17 heridos en una calle llena de niños que esperaban una paella y que escaparon a una tragedia por minutos al observar el pirotécnico que de su furgoneta salía humo. Varios vecinos han denunciado el hecho de que circulen por Valencia furgonetas cargadas de material pirotécnico y no se valle la zona donde descargan. Los pirotécnicos aseguran que los vehículos están habilitados especialmente para llevar el material y que están sometidos a controles y permisos tanto de la Administración estatal como la autonómica. El Ayuntamiento no sabe cuántos vehículos recorren las calles de Valencia llenas de petardos y ha pedido a las comisiones que extremen precauciones.

Valencia pasa las Fallas sentada sobre un polvorín. Al menos eso parece deducirse de la estadística de decomiso de petardos almacenados indebidamente o por encima de la cantidad permitida. La Policía Local ha requisado estas fiestas 956 kilos de productos pirotécnicos, nada menos que 183.635 unidades. Un total de 201 locales han sido inspeccionados y 34 de ellos denunciados. El material retirado se halló en 56 establecimientos, uno de ellos en una calle paralela a Azcárraga. Guardaba cientos de kilos con una autorización por pocas decenas. Un local de máquinas recreativas incluso ha repetido en el listado de denuncias: el año pasado por acumular 150 kilos y éste por otro centenar. Hasta en las máquinas había escondido petardos, según fuentes policiales. La Policía Local también ha contabilizado 26 denuncias a particulares por el uso incorrecto de petardos en el año en el que falleros y Ayuntamiento se unieron en la revuelta contra el decreto gubernamental que limitaba el uso de la pólvora a mayores de 12 años. El Gobierno aceptó una moratoria.

La policía, además, ha denunciado a seis verbenas, 287 locales y 16 barracas, y ha detenido por diversas causas a 101 personas, además de denunciar a 2.149 conductores de motocicleta y 276 vendedores ambulantes. El negocio de churros y buñuelos acumuló 48 infracciones y 378 kilos de producto retirado.

Los bomberos controlan la quema de unas de las 768 fallas que anoche ardieron en Valencia.JORDI VICENT

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