Reportaje:10º FESTIVAL DE MÁLAGA

Bigas Luna enseña los entresijos del cine

El director responde con una clase magistral a la Biznaga de Plata con la que le ha premiado la organización

Bigas Luna (Barcelona, 1946) no pudo mantenerse ocioso ni el día en el que el cine español le tributaba un homenaje por sus cerca de 40 años de carrera. El director barcelonés, autor de algunas de las obras cinematográficas y artísticas más vanguardistas de la historia reciente del cine español como Jamón, Jamón (1992), Las edades de Lulú (1990), Bámbola (1996) o la más reciente Yo soy la Juani (2006) y descubridor de un buen ramillete de nuevos talentos como Penélope Cruz, Jordi Mollà, Javier Bardem o Ariadna Gil, entre otros, ocupó la mañana previa a recibir la Bi...

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Bigas Luna (Barcelona, 1946) no pudo mantenerse ocioso ni el día en el que el cine español le tributaba un homenaje por sus cerca de 40 años de carrera. El director barcelonés, autor de algunas de las obras cinematográficas y artísticas más vanguardistas de la historia reciente del cine español como Jamón, Jamón (1992), Las edades de Lulú (1990), Bámbola (1996) o la más reciente Yo soy la Juani (2006) y descubridor de un buen ramillete de nuevos talentos como Penélope Cruz, Jordi Mollà, Javier Bardem o Ariadna Gil, entre otros, ocupó la mañana previa a recibir la Biznaga de Plata-Premio El País en el Festival de Málaga-Cine Español por su trayectoria impartiendo una clase magistral de cine en la que desveló algunos de sus secretos profesionales.

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Luna admite que le cuesta mucho estar parado. Se reconoce como "un creador compulsivo". De ahí su gusto por experimentar con otras disciplinas. Es un artista multidisciplinar que ha sabido captar la potencia de las nuevas tecnologías de la comunicación en la sociedad actual. Prueba de ello es su apuesta por las películas digitales y el desarrollo de proyectos multimedia, como Collar de moscas (2001), ideado para Internet; la exposición Orígenes, compuesta por once pinturas de gran formato en imagen digital, o la videocreación La Vía Láctea, que se estrena en el presente festival.

Esa inquietud le ha llevado también a probar con la enseñanza para transmitir a generaciones venideras sus conocimientos y experiencias sobre los entresijos del oficio. Eso hizo ayer por la mañana en un escenario en el que dijo sentirse a gusto, el auditorio del Museo Picasso de Málaga. Ante unas 80 personas, el polifacético artista ahondó en algunos de los temas que componen el programa de enseñanza de su taller de cine en Barcelona. Junto a la guionista de Yo soy la Juani y estrecha colaboradora desde hace años, Carmen Chavez, Luna ilustró a los presentes sobre unos pocos de los 33 elementos que él considera ha de saber manejar un creador en esto del cine, además del "talento".

El director centró su clase en uno de los elementos primordiales: el plano. Luna repasó los distintos usos que de este elemento básico se han dado a lo largo de la historia del cine y recordó cómo la gente "botaba de susto en sus butacas" cuando al plano continuo empleado en los inicios del cine le sucedió el montaje de planos. "El pionero fue un director de películas del oeste, Edwin S. Porter, que montó un plano con la cara del cochero de una diligencia justo después de verla correr entre la polvareda", explicó Luna.

El creador catalán alentó a los presentes en la clase magistral al asegurarles que basta con poco tiempo para hacerse con los conocimientos básicos que permiten dedicarse a la creación cinematográfica o audiovisual. "En mi taller enseño a hacer pelis en un mes. El mundo audiovisual es más fácil que el de la escritura, donde el proceso de aprendizaje para considerarte escritor es más largo. Tenemos la suerte de que el lenguaje audiovisual es conocido y aceptados por todo el mundo, aunque esto también conlleve la parte negativa de vivir bajo una dictadura de lo audiovisual", señaló.

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Luna aseguró que ya tiene en mente nuevos proyectos, ésos que reconoce guarda en una carpeta en cuya portada figura la palabra italiana fare (hacer), sobre todo porque no sabe estar parado y porque esto le permite viajar, visitar nuevos sitios y conocer a nueva gente.

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