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El 27 de marzo y el 16 de abril, dos grupos diferentes de 100 ciudadanos, seleccionados con criterios demoscópicos por una empresa especializada, plantearán preguntas en sendos programas especiales de TVE al presidente Zapatero y al líder del PP, Rajoy. Como suele ocurrir con las novedades políticas, la iniciativa viene de Francia. Los principales candidatos presidenciales, Sarkozy y Royal, se sometieron recientemente a esa forma de entrevista ante las cámaras, consiguiendo altísimas audiencias.
Se trata de un experimento que responde a la inquietud por el creciente distanciamiento, rev...
El 27 de marzo y el 16 de abril, dos grupos diferentes de 100 ciudadanos, seleccionados con criterios demoscópicos por una empresa especializada, plantearán preguntas en sendos programas especiales de TVE al presidente Zapatero y al líder del PP, Rajoy. Como suele ocurrir con las novedades políticas, la iniciativa viene de Francia. Los principales candidatos presidenciales, Sarkozy y Royal, se sometieron recientemente a esa forma de entrevista ante las cámaras, consiguiendo altísimas audiencias.
Se trata de un experimento que responde a la inquietud por el creciente distanciamiento, revelado por múltiples encuestas, entre las preocupaciones dominantes entre los ciudadanos y las que ocupan la agenda política. El último barómetro del CIS constata el escaso interés por la política, actividad que se asocia mayoritariamente con nociones como hastío, indiferencia o desconfianza. La falta de confianza hacia los políticos de derecha o de izquierda es un sentimiento compartido por el 61% de los franceses, según una encuesta cuyos resultados publicaba Le Monde hace dos días.
La fuerte abstención registrada en los últimos referendos autonómicos, en la escena interna, y el rechazo del proyecto de Constitución europea en países como Francia y Holanda, son otros síntomas de ese distanciamiento, compatible sin embargo, al menos en España, con una fuerte adhesión al sistema democrático.
Los debates entre candidatos por televisión son un factor incentivador del voto. En 2004, el PP se negó por motivos partidistas mal calculados. A la espera de que vuelva a haberlos en las próximas elecciones, que la gente pregunte en TV sobre lo que le interesa, interese o no a los políticos, y en horas de máxima audiencia, es sin duda un ensayo interesante.