CÁMARA OCULTA

Fuera de tiesto

Paris je t'aime, película colectiva actualmente en exhibición, realizada por directores de distinto pelaje que dan su personal visión del París de hoy, contiene un corto que es una auténtica joya, Lejos del distrito 16, del director brasileño Walter Salles. No se lo pierdan. En sólo cinco minutos nos cuenta una historia densa, hermosa, llena de sentido poético, de crítica social y de dolor. Vale la pena consumir el largometraje en su totalidad sólo por gozar de esos cinco espléndidos minutillos, que difícilmente se le van a uno de la cabeza. Salles demuestra que en poco tiempo se...

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Paris je t'aime, película colectiva actualmente en exhibición, realizada por directores de distinto pelaje que dan su personal visión del París de hoy, contiene un corto que es una auténtica joya, Lejos del distrito 16, del director brasileño Walter Salles. No se lo pierdan. En sólo cinco minutos nos cuenta una historia densa, hermosa, llena de sentido poético, de crítica social y de dolor. Vale la pena consumir el largometraje en su totalidad sólo por gozar de esos cinco espléndidos minutillos, que difícilmente se le van a uno de la cabeza. Salles demuestra que en poco tiempo se puede filmar una historia cinematográficamente poderosa. Eso sí, con humildad y talento.

Creer que por disponer de tan pocos minutos existe una especie de bula es un error frecuente. Se comprobó ante algunos de los cortos premiados en notodofilmfest.com, ese ingenioso concurso por Internet que impulsó Javier Fesser. Realmente, hay cortitos premiados que se las traen, aunque otros son ocurrentes y graciosos, La adolescencia, de Edu Crespo, por ejemplo. Lo malo es que en la ceremonia de entrega de premios de este modesto concurso se exhibieron en pantalla grande y con una pomposidad que desnaturalizaba su sentido.

Autobombo

Estos cortos se ven bien en ordenador cuando y como a uno le apetezca, pero su exhibición pública en pantalla gigante va en su contra. Como la propia ceremonia de premiación, empeñada en darse bombo. Alguien ironizó: "Y luego dicen que los Goya son largos". Incluso intervino la ministra de Cultura dando un premio y echando un discurso, probablemente como descanso de sus tribulaciones con el anteproyecto de ley del cine. Por su parte, los ganadores hablaron y hablaron durante más tiempo del que duran sus obritas, todos tenían novias en sus vidas, todos algo que agradecer a unos y otros, y hubo premios sin cesar.

Equivocarse de tamaño o de extensión es un mal frecuente en nuestros espectáculos, y en estas ceremonias suele convertirse en aparatoso lo que es loable, se consagra deprisa a los que están empezando a caminar, se exageran los méritos, se suceden los halagos... y el deseado espectáculo se sustituye por buen rollito. Durante la entrega del (merecido) premio a Carmen Maura en el Festival de Málaga, siete jóvenes actrices se encargaron de elogiarla, y no pareció que ninguna de ellas se empeñara en decir algo original, conformándose con el sensiblero halago facilón. Fue de agradecer que fueran breves, como los cortitos de notodofilmfest.com, curioso proyecto con posibilidades de ser interesante, pero que podría ahogarse por exceso de afán. Sería una pena. En cualquier caso, ojéenlos en Internet. Pero en la pantalla grande, sin dudarlo, vean el corto de Walter Salles, que está acompañado de algunos otros buenos, y de varios malos o tontos, en Paris je t'aime.

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