E.ON renuncia a levantar los blindajes en Endesa y prepara la pugna con Enel

La eléctrica española analizará hoy si desconvoca la junta prevista para el día 20

El grupo alemán E.ON comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que renuncia a levantar los blindajes en Endesa. Hasta ayer, ésta era una de las dos condiciones de E.ON para pagar 38,75 euros por acción de Endesa. La compañía alemana mantiene, no obstante, la condición de alcanzar un 50,01% del capital de la eléctrica para mantener la oferta. La renuncia es una señal de que E.ON se apresta a luchar hasta el último momento con sus rivales Enel (22%) y Acciona (21,03%). Endesa decidirá hoy si mantiene la junta del día 20.

Guerra de movimientos en la larga pugna por...

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El grupo alemán E.ON comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que renuncia a levantar los blindajes en Endesa. Hasta ayer, ésta era una de las dos condiciones de E.ON para pagar 38,75 euros por acción de Endesa. La compañía alemana mantiene, no obstante, la condición de alcanzar un 50,01% del capital de la eléctrica para mantener la oferta. La renuncia es una señal de que E.ON se apresta a luchar hasta el último momento con sus rivales Enel (22%) y Acciona (21,03%). Endesa decidirá hoy si mantiene la junta del día 20.

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Guerra de movimientos en la larga pugna por la primera eléctrica española. E.ON renunció ayer a que "con anterioridad a la finalización del periodo de aceptación de la oferta [la OPA que lanzó en febrero de 2006], la junta general de accionistas de Endesa adoptara los acuerdos necesarios para modificar determinados artículos de los estatutos sociales de la sociedad".

En concreto, E.ON renuncia a lograr que una mayoría del capital de Endesa apruebe un cambio de estatutos para eliminar la prohibición de que un accionista ejerza derechos por más del 10% del capital y otros blindajes menores. Mantiene, al menos de momento, la otra gran condición de su oferta: que un 50,01% del capital acepte vender sus acciones.

Presión

El movimiento de E.ON responde a la presión introducida en el proceso por la fulgurante entrada de la compañía italiana Enel (32% propiedad del Estado italiano). Si se suman los porcentajes de los actores opuestos a la OPA de E.ON, los de Enel (22%), Acciona (21,03%) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), resulta que casi un 45% del capital podía votar en contra de E.ON o abstenerse en la votación. El resultado sería el mismo: una probable derrota del gigante alemán. En público y tras haber disfrutado, entre los meses de enero y febrero, de una intensa sensación de triunfo.

Ahora, tras la entrada de Enel en el capital de Endesa, y a pesar del apoyo demostrado por el consejo de la eléctrica que encabeza Manuel Pizarro a la oferta alemana (que calificó de "adecuada"), las cosas están en el aire. Para empezar, Endesa reunirá hoy a su órgano de administración en un encuentro ordinario que analizará la conveniencia de mantener o retirar la convocatoria de junta extraordinaria del día 20 de marzo.

Endesa había hecho en los últimos días un gran esfuerzo publicitario para llamar a sus accionistas a votar en la junta. Además, había anunciado el pago de una prima de asistencia de 0,15 brutos por título. Tras la renuncia de E.ON a levantar los blindajes, la convocatoria se tambalea y con ella, el pago de la prima. Aunque según fuentes consultadas anoche, cabría la posibilidad de que Endesa mantuviera la prima prometida aunque desconvocara la reunión.

En cualquier caso, la decisión de E.ON adelanta que la batalla va a ser larga y que el grupo alemán, en principio, está dispuesto a dar la batalla desde dentro. Tal y como adelantó el presidente de E.ON, Wulf Bernotat en Madrid el 14 de febrero, (en lo que entonces se calificó de lapsus por sus colaboradores), su grupo no está dispuesto a retirarse.

Hipótesis

Bernotat añadió ese día que "en hipótesis", E.ON podría mantenerse en el capital de Endesa (con el porcentaje que acuda a la oferta que se cierra el 29 de marzo) y procurar "reunir una y otra vez a los órganos de administración de Endesa, hasta lograr la modificación deseada. Un adelanto de la guerra de desgaste que puede abrirse en cuestión de días.

Porque la posibilidad de un bloqueo de la compañía, con grandes accionistas enfrentados no es descartable. Como no lo fue en el caso de la inmobiliaria Metrovacesa, con OPA de por medio y enfrentamientos que ha acabado en reparto.

Por lo que pueda pasar, E.ON ha hecho ya todos los preparativos. En febrero, la compañía obtuvo de la Securities and Exchange Commission (SEC) de EE UU el permiso para permanecer en Endesa con menos del 50% del capital. En España, la normativa permite a E.ON renunciar a esa condición en el último minuto, una vez se conozca el porcentaje del capital que ha aceptado la OPA.

Conocida la renuncia de E.ON, la italiana Enel aseguró anoche que la considera una demostración de "la debilidad y de las escasas creencias" del grupo alemán en que su oferta por Endesa pueda salir adelante.

Wulf Bernotat, presidente de E.ON.CLAUDIO ÁLVAREZ

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