El PSPV defiende un giro en el urbanismo de Valencia y una gestión participativa
La candidatura municipal del PSPV-PSOE en Valencia, que encabeza Carmen Alborch, defenderá un cambio de rumbo en el desarrollo urbanístico de la ciudad -vivienda, zonas verdes, movilidad...- y propugnará una gestión en la que se involucren los ciudadanos. Los socialistas celebraron ayer una conferencia política para debatir el documento marco del que surgirá la propuesta electoral del próximo mayo. La participación vecinal en la política local -en la elaboración de los presupuestos y a través de consejos consultivos, entre otras medidas- recorre el informe discutido y destacó ayer en los discu...
La candidatura municipal del PSPV-PSOE en Valencia, que encabeza Carmen Alborch, defenderá un cambio de rumbo en el desarrollo urbanístico de la ciudad -vivienda, zonas verdes, movilidad...- y propugnará una gestión en la que se involucren los ciudadanos. Los socialistas celebraron ayer una conferencia política para debatir el documento marco del que surgirá la propuesta electoral del próximo mayo. La participación vecinal en la política local -en la elaboración de los presupuestos y a través de consejos consultivos, entre otras medidas- recorre el informe discutido y destacó ayer en los discursos de apertura del acto. La participación es garantía "de calidad democrática" y de respaldo a las decisiones de los políticos, afirmó Alborch, quien incidió en la necesidad de recuperar la confianza de los ciudadanos tras 16 años de "compromisos incumplidos" por el equipo del PP que dirige Rita Barberá -destacó la vivienda social prometida y centros de salud que no pasan del cartel en un solar-. En las desigualdades sociales que a juicio de los socialistas ha causado la gestión popular incidió también el secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la Generalitat, Joan Ignasi Pla, quien denunció la Valencia del "glamour, la imagen y la confusión permanente" del PP. "Primero hay que cubrir las necesidades y que luego están los grandes eventos", remachó el portavoz municipal y candidato a la Diputación, Rafael Rubio.
Alborch destaca la desconfianza ciudadana por las promesas "incumplidas" del PP
Esa "ciudad para vivir, justa y solidaria, más culta y creativa, más moderna, saludable y sostenible" como la describió Alborch, partirá en el programa de la superación de los déficit en infraestructuras sanitarias, educativas, para personas mayores y dependientes, y de un plan de choque en el que una de cada dos viviendas que se construyan estarán acogidas a algún régimen de protección si los socialistas ganan las elecciones. La preocupación por el acceso a la vivienda, con la construcción municipal de pisos de alquiler para jóvenes o la figura del agente rehabilitador que impulse la salida al mercado de inmuebles vacíos, encabezará un amplio capítulo de actuaciones para alcanzar un urbanismo sostenible, de una ciudad más "habitable": recuperación de los centros históricos, un programa de movilidad que prevé mejoras e incentivos al transporte público, 60.000 aparcamientos en 10 años y carriles-bici, así como un incremento de parques unidos en una gran "vía verde". La protección de la huerta, la sostenibilidad medioambiental y la revisión del plan general "con visión metropolitana" figurarán también en el programa, explicó Rubio. Los socialistas consideran necesario "reestudiar los espacios de oportunidad" como el Parque Central, planificado con grandes torres en sus vértices, y el crecimiento del puerto. El programa reiterará la oposición del PSPV-PSOE a la prolongación de Blasco Ibáñez por El Cabanyal, para el que se perfila una propuesta de barrio del conocimiento y la innovación, que combine la calidad de vida con "la tolerancia, el talento y la tecnología", indicó Alborch.
Entre las 415 medidas del documento marco que se sistematizarán tras el debate de ayer sobresalen otras propuestas, como una carta de servicios ciudadanos, la puesta en marcha de la Ley de Dependencia y actuaciones de conciliación de la vida familiar y laboral; el consejo de participación de la mujer; la "congelación" de la presión fiscal y la red pública de escoletes, de puntos Wifi y centros culturales de barrio.