MIRADOR

Autopista hacia Bruselas

Con evidente retraso, la Comisión Europea (CE) ha acudido al rescate de la fusión entre las compañías concesionarias de Autopistas Abertis (española) y Autostrade (italiana). El retraso es perceptible en el hecho de que ambas empresas decidieran en diciembre aplazar la fusión, aprobada sin condiciones por la CE el pasado 22 de septiembre, a la vista de los obstáculos interpuestos por el Gobierno italiano. En este tirón de orejas al Gabinete italiano, la Comisión ha desplegado varios argumentos poderosos. La concentración de Abertis y Autostrade tiene "dimensión comunitaria" y está fuera del al...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con evidente retraso, la Comisión Europea (CE) ha acudido al rescate de la fusión entre las compañías concesionarias de Autopistas Abertis (española) y Autostrade (italiana). El retraso es perceptible en el hecho de que ambas empresas decidieran en diciembre aplazar la fusión, aprobada sin condiciones por la CE el pasado 22 de septiembre, a la vista de los obstáculos interpuestos por el Gobierno italiano. En este tirón de orejas al Gabinete italiano, la Comisión ha desplegado varios argumentos poderosos. La concentración de Abertis y Autostrade tiene "dimensión comunitaria" y está fuera del alcance del Gobierno italiano en todo lo que no se trate de interés público; además, Roma no ha definido con suficiente claridad cuáles son esos criterios y su alcance.

Hay que reconocer que la CE ejerce una tarea difícil en defensa de las normas económicas comunitarias y, en particular, en lo que se refiere a la libertad de movimiento de capitales. Es probable que, después del dictamen de ayer, Abertis y Autostrade vean con más optimismo la hipótesis de recuperar el proyecto de fusión. Pero hay que advertir que si el Gobierno italiano sigue oponiéndose a la operación, dispone de muchos recursos prácticos para obstaculizarlo. Roma ya ha demostrado su habilidad para frustrar las operaciones económicas transnacionales que no aprueban; véase si no el caso del BBVA y la Banca Nazionale del Lavoro.

No faltarán quienes proclamen la similitud entre este caso y la posición española en el caso de E.ON y Endesa. Además de la escasa habilidad del Gobierno español para torpedear la presencia de la eléctrica alemana, hay diferencias considerables. El Gobierno español ha declarado sus condiciones con absoluta transparencia y publicidad; y, desde luego, las condiciones finales no impiden la OPA.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En