"Es imposible escribir con la misma inocencia que al principio"
"Hay una industria en crisis, pero la música no lo está", sostiene Álex Ubago (Vitoria, 1981), que continúa figurando entre los artistas españoles más vendedores. Su tercer álbum, Aviones de cristal, en el que vuelve a abusar del romanticismo pero también pinta un futuro negro, ya es disco de platino (80.000 ejemplares vendidos) en España y de oro (50.000) en México.
Pregunta. Pasados tres meses de su edición, ¿sigue satisfecho con Aviones de cristal?
Respuesta. Sí, estamos haciendo una gira muy bonita por teatros, auditorios y lugares un poco recogido...
"Hay una industria en crisis, pero la música no lo está", sostiene Álex Ubago (Vitoria, 1981), que continúa figurando entre los artistas españoles más vendedores. Su tercer álbum, Aviones de cristal, en el que vuelve a abusar del romanticismo pero también pinta un futuro negro, ya es disco de platino (80.000 ejemplares vendidos) en España y de oro (50.000) en México.
Pregunta. Pasados tres meses de su edición, ¿sigue satisfecho con Aviones de cristal?
Respuesta. Sí, estamos haciendo una gira muy bonita por teatros, auditorios y lugares un poco recogidos, y la verdad es que estoy muy contento con el disco.
P. ¿Nota el trabajo con el profesor de canto?
R. Creo que sí, sobre todo de cara a los conciertos. Antes, cuando tenía un par de conciertos seguidos, acababa bastante cascado; ahora voy un poco más holgado e intentando mejorar en todos los sentidos.
P. ¿Qué siente cuando piensa que cientos de miles de personas escuchan sus canciones?
R. Sobre todo satisfacción, ilusión. También un poco de miedo o incertidumbre, pero esa presión intento quitármela de encima y simplemente disfrutar del hecho de poder vivir de esto y poder expresarme así. Aunque, obviamente, supongo que es imposible escribir con la misma inocencia que al principio. Ahora le das más importancia o le das más vueltas.
P. ¿Está cómodo con su imagen de cantautor romántico próximo al pop?
R. Sí. No me cierro puertas a nada, pero en el caso de cambiar o dar un giro, me gustaría que fuera por decisión propia, que no sea algo a lo que te lleve tu compañía de discos. Hasta el momento me siento a gusto, la música que hago es la que me sale, y aunque a nadie le gusta que le encasillen, no voy a negar que soy un cantautor romántico, no veo nada negativo en ello. Es lo que soy.
P. ¿Ante la degradación del planeta sólo cabe hacer las maletas?
R. La verdad es que a veces dan ganas. El tema del medio ambiente está bastante jodido y es un problema al que no le damos la importancia que tiene. En este disco se la he querido dar con el tema Aviones de cristal. Y hay otro bastante comprometido, La estación, dedicado a las víctimas del terror y la violencia, en general.
P. ¿Le apena que esa faceta comprometida no se vea tanto?
R. Es cierto que lo que sale a la luz muchas veces es esa vertiente más romántica, que probablemente sea la más comercial, y a veces sí te da pena, pero tampoco hago las cosas por el reconocimiento, sino porque necesito expresarme así, y punto.