El alcalde de Xàbia se desmarca del supuesto soborno de la basura

El alcalde de Xàbia, Eduardo Monfort, del Bloc-Centristas, se desmarcó ayer del supuesto intento de soborno por la nueva contrata de basuras del municipio ofrecido por la firma FCC a tres formaciones políticas del Ayuntamiento. El regidor insistió en la defensa de la legalidad del proceso de adjudicación seguido hasta el momento. Mientras, el PP acusó al PSPV, denunciante del supuesto intento de compra, de montar un escándalo político para romper el tripartito.

El alcalde de Xàbia, que gobierna el Ayuntamiento con apoyo del PSPV y de un independiente, convocó anoche un pleno extraordina...

El alcalde de Xàbia, Eduardo Monfort, del Bloc-Centristas, se desmarcó ayer del supuesto intento de soborno por la nueva contrata de basuras del municipio ofrecido por la firma FCC a tres formaciones políticas del Ayuntamiento. El regidor insistió en la defensa de la legalidad del proceso de adjudicación seguido hasta el momento. Mientras, el PP acusó al PSPV, denunciante del supuesto intento de compra, de montar un escándalo político para romper el tripartito.

El alcalde de Xàbia, que gobierna el Ayuntamiento con apoyo del PSPV y de un independiente, convocó anoche un pleno extraordinario para informar a los ciudadanos del escándalo. La sesión, tres semanas después de trascender a la opinión pública el intento de compra del voto de ediles por parte de una de las firmas aspirantes al contrato, fue seguida por cerca de 200 vecinos en medio de un respetuoso silencio.

El primero en tomar la palabra fue el alcalde, que se limitó a realizar un detallado análisis cronológico de todo el proceso de adjudicación de la contrata, que comenzó en marzo de 2005 con el PP aún en el Gobierno local, y que prosiguió a partir de noviembre de ese mismo año el tripartito que llegó al poder tras un voto de censura. Monfort aseguró que su primera noticia sobre el supuesto intento de soborno la tuvo el pasado 26 de noviembre, a través de una llamada telefónica del portavoz del grupo socialista, Rafael Bas. La llamada se produjo un día después de la reunión mantenida entre los representantes de FCC y dos miembros socialistas. En el encuentro, grabado en DVD, los directivos de la empresa comentaron que tenían seguro el voto de Ciudadanos por Xàbia y del PP a cambio de 150.000 euros a cada formación. Al término del encuentro, los representantes de esa empresa también aceptaron pagar otros 300.000 euros al PSOE por su apoyo.

Tras la llamada del portavoz socialista, el primer edil señaló que recibió otra comunicación de la Guardia Civil de Xàbia confirmándole los hechos relatados por el portavoz socialista. Monfort subrayó que los agentes le exigieron que guardara secreto sobre esa información y que paralizara la mesa de contratación hasta nueva orden. El alcalde terminó su exposición asegurando que, al trascender el supuesto soborno, recibió otra llamada de la Guardia Civil en la que le informaba de que ya no tenía objeto mantener el silencio porque la investigación policial había concluido. Las diligencias del caso las instruye el juzgado número 4 de Dénia que ha decretado secreto del sumario.

Tras el alcalde tomó la palabra el concejal del PSOE, Pascual Codina. El edil expresó su conformidad con el relato de los hechos expuestos por Monfort. El pleno siguió con la intervención del portavoz de Ciudadanos por Xàbia, Salvador Ferrer, que acusó a los socialistas de "montar un escándalo para difamarle". En el mismo sentido se expresó el concejal del PP, Juan Vicente Leyda. Éste también censuró a los socialistas "por montar un escándalo con fines meramente electoralistas, es decir, romper con su socio de Gobierno, el Bloc". Los socialistas no respondieron a las acusaciones del PP.

La contrata de basura de Xàbia está valorada en 40 millones de euros por un período de 10 años y, además, incluye la limpieza viaria tanto en el caso urbano como en la zona de playas del municipio. El pasado 14 de diciembre la mesa de contratación municipal acordó elevar al pleno la adjudicación del servicio, bien para la actual concesionaria, FCC, o la otra aspirante, la mercantil Cespa, SA, del grupo Ferrovial.