Reportaje:

Armas polémicas en Expojove

Varios activistas intentan cerrar el expositor del Ejército de Tierra en la Feria de la Infancia y la Juventud

Llegaron vestidos de blanco, con trajes parecidos a los que se utilizan en los simulacros de ataques biológicos, y trataron de cerrar el expositor del Ejército de Tierra en Expojove a base de cintas de plástico. A la entrada colocaron un cartel en el que se leía: "Atención. Zona altamente contaminada de violencia". Los soldados, que en ese momento ayudaban a los niños a subir a los carros de combate y a ajustarse las máscaras antigás, se quedaron unos segundos atónitos mirando a la media docena de miembros del Moviment d'Objecció de Consciència (MOC).

Al momento comenzó una persecución ...

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Llegaron vestidos de blanco, con trajes parecidos a los que se utilizan en los simulacros de ataques biológicos, y trataron de cerrar el expositor del Ejército de Tierra en Expojove a base de cintas de plástico. A la entrada colocaron un cartel en el que se leía: "Atención. Zona altamente contaminada de violencia". Los soldados, que en ese momento ayudaban a los niños a subir a los carros de combate y a ajustarse las máscaras antigás, se quedaron unos segundos atónitos mirando a la media docena de miembros del Moviment d'Objecció de Consciència (MOC).

Al momento comenzó una persecución a cámara lenta: los activistas extendían las cintas, los militares las cortaban, y vuelta a empezar. La tensión era evidente, pero sólo se tocaron una vez; cuando una de las jóvenes intentó taponar con papel la boca de un cañón. En ese momento, uno de los uniformados les dijo algo como: "Nosotros les hemos respetado a ustedes, así que respeten ustedes el material". La cosa no pasó a mayores y los activistas abandonaron el expositor repartiendo octavillas con el lema la guerra no es un juego en las que se criticaba la presencia del Ejército "en un espacio eminentemente infantil, que debería dedicarse a actividades lúdicas de carácter creativo, cooperativo y no violento".

Barberá ignora al GAV y Alborch pide un modelo "más participativo"

Unos minutos antes de que aparecieran los miembros del MOC, había pasado por allí la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, encargada de abrir la edición número 25 de la Feria de la Infancia y la Juventud junto al delegado del Gobierno, Antoni Bernabé. En la misma comitiva, pero un poco más atrás, caminaban la candidata socialista a la alcaldía, Carmen Alborch, y el portavoz del PSPV en el Ayuntamiento, Rafael Rubio.

Barberá se felicitó de que "un año más los niños y los jóvenes aprovechen sus vacaciones con este ocio alternativo y de carácter didáctico", y confió en que hasta el 4 de enero, fecha de la clausura, se acerquen a Feria Valencia 250.000 personas.

Carmen Alborch echó en falta por su parte una feria "más participativa", que tratara asuntos que preocupan a los jóvenes, como la vivienda y el medio ambiente.

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La presencia del Ejército no fue la única fuente de polémica. En los 65.000 metros cuadrados de Expojove tuvo también su sitio el Grup d'Acció Valencianista (GAV), la asociación secesionista que, a pesar de recibir subvenciones municipales, se dedica a sabotear actos oficiales de la alcaldesa. Cuando Barberá pasó ayer por delante de su expositor, vecino del de la Organización Juvenil Española (OJE), cuyo origen se remonta al franquismo, y del de otro colectivo blavero, sin embargo, no se escuchó ni un silbido. La alcaldesa, por si acaso, caminó mirando hacia el otro lado, mientras hablaba amigablemente con Marta Reglero, la fallera mayor.

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