La Audiencia Nacional rechaza pedir un informe a la Embajada de EE UU en Madrid

El juez ha rechazado pedir un informe a la Embajada de Estados Unidos en Madrid sobre los vuelos de la CIA, como pedía la acusación popular. El fiscal se opuso a practicar esta diligencia (igual que a la petición de informes al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Delegado del Gobierno en Baleares) aduciendo que lo que se pedía no era la aportación a la causa de un documento ya existente, sino la elaboración de un informe con este fin.

En el caso de la Embajada de EE UU, alegó además que la demanda carece de cobertura en los convenios internacionales o bilaterales con dicho país. "El f...

El juez ha rechazado pedir un informe a la Embajada de Estados Unidos en Madrid sobre los vuelos de la CIA, como pedía la acusación popular. El fiscal se opuso a practicar esta diligencia (igual que a la petición de informes al Ministerio de Asuntos Exteriores y al Delegado del Gobierno en Baleares) aduciendo que lo que se pedía no era la aportación a la causa de un documento ya existente, sino la elaboración de un informe con este fin.

En el caso de la Embajada de EE UU, alegó además que la demanda carece de cobertura en los convenios internacionales o bilaterales con dicho país. "El fiscal no considera tampoco procedente", argumentó, "que sean las autoridades de los Estados Unidos las que elaboren la investigación de los hechos, sin perjuicio de que en su momento sea procedente requerir su colaboración para la práctica en su caso de las diligencias que sean necesarias".

En todo caso, las demandas de nuevas diligencias se están acumulando: además de la citación como imputados de los 13 ocupantes del B-737, la acusación popular ha pedido que se cite como testigo al actual director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Alberto Saiz y a su antecesor en el cargo, Jorge Dezcallar.

El escrito recuerda que Dezcallar visitó a finales de octubre de 2001 las sedes de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y que el 28 de noviembre de 2001, tras reunirse con el presidente de EE UU George W. Bush, el entonces jefe del Gobierno, José María Aznar, proclamó: "Todos los mecanismos de cooperación en operaciones de inteligencia están puestos en marcha". Pocos días después, el 11 de diciembre de 2001, justo a los tres meses del 11-S, se produjo la primera escala conocida en España de un avión de la CIA.

Saiz y Moratinos

En su comparecencia ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, el pasado 3 de julio, Saiz se mostró muy cauto y ni siquiera quiso dar por sentando que esos vuelos tuvieran relación con la CIA, pues ninguno de sus ocupantes está acreditado como agente ante las autoridades españolas. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien declaró ante la comisión de investigación del Parlamento Europeo a mediados de septiembre, reconoció que España podría haber servido "no para la comisión de delitos, sino como escala para la comisión de delitos en otros países".

En sus conclusiones, la comisión de investigación de la Eurocámara agradece la cooperación del Gobierno español (algo que dice de muy pocos países) y anima a los fiscales de la Audiencia Nacional, que también comparecieron ante los eurodiputados, a seguir investigando las escalas de los aviones de la CIA, en particular, las del B-737 "implicado en la rendición extraordinaria de El Masri" y los tres vuelos con origen o destino en Guantánamo.