Segunda detención de policías en Francia por no ayudar a ciudadanos

Por segunda vez en una semana, tres policías han sido detenidos en Francia por el mismo motivo: no haber detenido a una persona ebria que posteriormente fallecería ahogada. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, ha sido inflexible en la aplicación del reglamento policial, pese a las protestas de los sindicatos. Los agentes han sido imputados por "abandono en un lugar indeterminado de una persona incapaz de protegerse debido a su estado físico".

Si a principios de semana se trató de tres agentes de Nantes, ayer fueron otros tantos de la región parisiense que el pasado día 7, en Corbe...

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Por segunda vez en una semana, tres policías han sido detenidos en Francia por el mismo motivo: no haber detenido a una persona ebria que posteriormente fallecería ahogada. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, ha sido inflexible en la aplicación del reglamento policial, pese a las protestas de los sindicatos. Los agentes han sido imputados por "abandono en un lugar indeterminado de una persona incapaz de protegerse debido a su estado físico".

Si a principios de semana se trató de tres agentes de Nantes, ayer fueron otros tantos de la región parisiense que el pasado día 7, en Corbeil-Essonnes, dejaron marchar a un hombre que después se ahogó en el río Sena.

En el primer caso, el cadáver de la víctima, el trabajador tunecino Taoufik el Amri, fue encontrado en un canal tres semanas después de que los agentes le sometieran a un control de identidad. Pese a que en un primer momento hubo sospechas de maltrato policial, la autopsia ha determinado que la muerte de El Amri se produjo por un choque térmico que provocó una parada cardiorrespiratoria, y que no presentaba ningún signo de violencia. Sin embargo, el abogado de su viuda ha denunciado que no tenía agua en los pulmones y ha pedido "una explicación" a las autoridades.

El segundo caso lo protagoniza Guillaume Perrot, de 35 años, que sigue desaparecido desde que la noche del 7 de diciembre los tres agentes le interceptaron tras recibir la llamada de su ex suegra, que denunciaba la presencia de un intruso alrededor de su casa. Perrot tenía problemas de alcoholismo y varios intentos de suicidio. Los agentes le acompañaron a dar un paseo, ya que al parecer había bebido, y luego le dejaron sentado en un banco junto al Sena. Una vecina vio luego cómo un hombre con el torso desnudo se metía en el río y desaparecía.

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