45 mujeres mueren atrapadas en el incendio de un hospital de Moscú

Las rejas del centro de desintoxicación se convirtieron en una trampa mortal

Unas rejas cerradas convirtieron el hospital de tratamiento de drogadictos y alcohólicos número 17 de Moscú en una trampa fatal para 45 mujeres (43 pacientes y dos miembros del personal sanitario), que perecieron en la noche del viernes al sábado víctimas de un incendio, aparentemente provocado. El fuego se declaró poco antes de las dos de la madrugada (dos horas antes en la España peninsular) en la cantina, situada en el segundo piso de un edificio de cinco plantas en el sur de la capital. En la mayoría de los casos, la muerte se produjo por inhalar los gases tóxicos.

Se trata del peor...

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Unas rejas cerradas convirtieron el hospital de tratamiento de drogadictos y alcohólicos número 17 de Moscú en una trampa fatal para 45 mujeres (43 pacientes y dos miembros del personal sanitario), que perecieron en la noche del viernes al sábado víctimas de un incendio, aparentemente provocado. El fuego se declaró poco antes de las dos de la madrugada (dos horas antes en la España peninsular) en la cantina, situada en el segundo piso de un edificio de cinco plantas en el sur de la capital. En la mayoría de los casos, la muerte se produjo por inhalar los gases tóxicos.

Se trata del peor incendio sucedido en Moscú desde el 24 de noviembre de 2003, cuando 44 estudiantes extranjeros perecieron en una residencia de la Universidad Patricio Lumumba. En aquella ocasión, la causa del siniestro fue un problema eléctrico y las salidas de la residencia estaban bloqueadas por cajas.

En el de ayer, el hospital número 17 había sido inspeccionado dos veces por los bomberos, quienes habían recomendado cerrar temporalmente el establecimiento por infracción reiterada de la normativa, según explicó el jefe del servicio de vigilancia de incendios del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Yuri Nenáshev. Éste se declaró "convencido al 90%" de que el fuego fue provocado.

La Fiscalía rusa ha abierto una investigación criminal y diferentes representantes de los servicios que actuaron en la emergencia coincidieron en criticar al personal sanitario, que no supo cómo actuar y que, por lo visto, no avisó a los bomberos.

Citando fuentes cercanas a los investigadores, la agencia Interfax señalaba que una de las pacientes, drogadicta, había prendido fuego a un líquido inflamable en la cantina después de que los médicos se negaran a suministrarle los narcóticos que había solicitado en pleno síndrome de abstinencia. La paciente habría muerto también en el siniestro.

El alto número de víctimas podría haberse evitado, si el personal de la clínica hubiera reaccionado de forma adecuada, según fuentes del Ministerio de Emergencia. Sin embargo, cuando los bomberos llegaron, todas las víctimas habían fallecido ya y algunas lo hicieron sin despertarse siquiera, porque las alarmas no sonaron. Las víctimas tenían entre 18 y 55 años de edad.

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"Escuchamos gritos de auxilio en el segundo piso, pero por lo visto nadie ayudó a esas mujeres", dijo Andréi Kótov, uno de los pacientes, según el cual las llaves de los candados que cerraban las rejas estaban todas juntas y, "como en una lotería", había que acertar para poder salir. "A nosotros consiguieron sacarnos, pero a las mujeres del segundo piso, no", dijo el paciente a Interfax, y agregó que "antes de dejarnos salir a la calle los médicos debatieron sobre la conveniencia de esta decisión".

Las rejas en las ventanas y puertas del edificio tienen por fin prevenir posibles excesos, como la entrega de narcóticos, los intentos de fuga e incluso los suicidios, según una fuente del Departamento de Sanidad de Moscú. En el momento del incendio se encontraban en el edificio 187 pacientes y 15 miembros del personal. En total, una decena de personas estaban ayer hospitalizadas, varias de ellas muy graves y graves. El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia se plantea una inspección de todas las instituciones sanitarias.

Arde otra clínica en Siberia

En la madrugada de ayer, otro incendio desatado en una clínica psiquiátrica de la región de Kemerovo, al sur de Siberia, causó la muerte al menos a ocho personas y una decena resultaron heridas. En el centro había más de 200 pacientes y una veintena de empleados cuando empezó a arder por causas hasta anoche desconocidas.

Este segundo incendio mortal en el mismo día da una idea de las numerosas muertes que el fuego, provocado en parte por la negligencia en el cumplimiento de las normas de seguridad, causa en Rusia. En 2003 se calculaba que 18.000 personas perdían la vida anualmente por esta causa y la cifra multiplicaba por cinco el número de muertos en Estados Unidos, con una población doble de la de Rusia.

El 16 de enero pasado murieron quemadas nueve personas en un edificio de oficinas de Vladivostok.De entre los incendios de los últimos años, también destaca el de una clínica neurológica del pueblo de Dmitrovski, en las cercanías de Moscú, en diciembre de 2005, con un balance de siete muertos.

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