Arturo Ripstein defiende que cada película debe ser "una opción ética"

El cineasta mexicano recoge hoy un premio honorífico del Zinebi

"No hay premio pequeño. Es un privilegio y un honor", aseguró ayer el cineasta mexicano Arturo Ripstein sobre el galardón honorífico que hoy le entrega el Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao. Tampoco hubo falsa modestia, pero sí sentido del humor: "No voy a ofender la sensibilidad de quien me lo da diciendo que no lo merezco". Ripstein defendió que cada película debe ser "una opción ética". "Se trata de hacer las obras indispensables y no pretender éxitos comerciales", añadió.

Ripstein (México DF, 1943) recogerá esta noche en la sesión de clausu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"No hay premio pequeño. Es un privilegio y un honor", aseguró ayer el cineasta mexicano Arturo Ripstein sobre el galardón honorífico que hoy le entrega el Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao. Tampoco hubo falsa modestia, pero sí sentido del humor: "No voy a ofender la sensibilidad de quien me lo da diciendo que no lo merezco". Ripstein defendió que cada película debe ser "una opción ética". "Se trata de hacer las obras indispensables y no pretender éxitos comerciales", añadió.

Ripstein (México DF, 1943) recogerá esta noche en la sesión de clausura de la 48ª edición del Zinebi el premio honorífico que reconoce "la originalidad de su contribución al cine de ámbito latinoamericano y a la dimensión mundial de su filmografía". Junto a su compañera Paz Alicia Garciadiego, guionista de más de una decena de sus películas, defendió ayer con entusiasmo la necesidad de buenos guiones. "Es dificilísimo hacer una mala película con un buen guión", aseguró. Hasta que conoció a su compañera, prefería trabajar con escritores -Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes le acompañaron en proyectos de sus comienzos- que con guionistas profesionales. Trabajando con ella, añadió, "conocí la verdadera medida, los tonos que a mí me faltaban". "Sus guiones son obras espléndidas en sí mismas; son novelas, objetos de lectura placenteros".

Antes de cumplir los 20 años, Ripstein ya supo lo que era trabajar junto a Luis Buñuel, una experiencia enriquecedora. "Lo aterrador es que de repente fui un buñelín", contó. Del maestro aragonés aprendió a elegir las cosas a las que prestar atención y no cómo filmarlas, aseguró. Cuatro décadas después de compartir con Buñuel el rodaje de El ángel exterminador, Ripstein ha querido transmitir a los jóvenes cineastas que lo trascendente al ponerse detrás de la cámara es que las películas tengan "una opción ética". En su opinión, las escuelas de cine enseñan "astucias" para manejarse en el oficio. Con la práctica se aprende el resto, pero lo realmente importante para él es la actitud del cineasta con respecto a la obra. El objetivo a cumplir quedó resumido en pocas palabras: "Intentar no traicionarse, hacer las películas absolutamente indispensables y no pretender éxitos comerciales".

Tras más de 40 años de carrera profesional, aseguró desconocer el secreto para alcanzar el éxito y defendió hacer cine "por amor, por pasión y necesidad biológica", sin sacrificarlo por disfrutar del aplauso y el dinero de Hollywood.

Pequeño ciclo

La presencia de Ripstein en el Zinebi ha ido acompañada de un pequeño ciclo integrado por cinco de sus películas. La selección de títulos no pudo hacerse con criterios estrictamente artísticos. Ripstein reconoció que se proyecta "lo que se puede conseguir" debido a la escasa atención que en México se presta a la conservación de las copias de las películas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Ripstein destacó las ventajas de la tecnología digital para hacer películas. "Democratiza el cine", indicó antes de señalar que también puede ser una catástrofe que haga desaparecer la financiación, la producción y la distibución de las películas porque el director ya puede trabajar solo. Garciadiego precisó que las facilidades que otorga la tecnología digital pueden dar al cine un carácter "juguetón". "Permite el juego en el cine, arriesgarse", explicó la guionista.

Archivado En