El Museo de Bellas Artes expone la obra sobre papel del paisajista Carlos de Haes

Los 57 grabados y dibujos proceden de los fondos no expuestos de la pinacoteca

El pintor Carlos de Haes (Bruselas, 1826-Madrid, 1927) fue el gran renovador del género del paisaje en la pintura española de la segunda mitad del siglo XIX. Haes rompió con el paisaje romántico y se acercó al realismo, saliendo del estudio a pintar del natural. Fue, sobre todo, un pintor, pero también cultivó durante un breve periodo de tiempo el grabado. El Museo de Bellas Artes recupera la faceta de grabador y dibujante de Haes en una exposición de 57 piezas de sus fondos, que no se exponen habitualmente para garantizar su conservación.

La exposición ...

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El pintor Carlos de Haes (Bruselas, 1826-Madrid, 1927) fue el gran renovador del género del paisaje en la pintura española de la segunda mitad del siglo XIX. Haes rompió con el paisaje romántico y se acercó al realismo, saliendo del estudio a pintar del natural. Fue, sobre todo, un pintor, pero también cultivó durante un breve periodo de tiempo el grabado. El Museo de Bellas Artes recupera la faceta de grabador y dibujante de Haes en una exposición de 57 piezas de sus fondos, que no se exponen habitualmente para garantizar su conservación.

La exposición Carlos de Haes. Dibujos y grabados se encuadra en el programa El papel del arte, dedicadas en exclusiva a mostrar obra sobre papel. El Museo de Bellas Artes impulsa así una de sus líneas expositivas tradicionales para poner en valor los dibujos y grabados, que no pueden exponerse de forma permanente debido a la fragilidad del soporte en el que están realizadas. El papel es extremadamente sensible a la luz y a las variaciones de humedad y temperatura.

La exposición reúne 57 piezas de pequeño tamaño, realizadas entre 1855 y 1862. La mayor parte de las obras llegaron al museo bilbaíno en 1952 gracias a una donación de la viuda del pintor Jaime Morera, discípulo y amigo de Haes. Morera pasaba temporadas en Algorta, donde conoció a Felisa Alday con quien se casó en 1900. Otros nueve grabados fueron adquiridos por el museo a la Calcografía Nacional en 1988. El director del Museo de Bellas Artes, Javier Viar, destacó la importancia de la colección de estampas, ya que la producción total de Haes apenas alcanza los 70 grabados.

Un pequeño retrato, poco más de 11 centímetros de alto, realizado con la técnica del aguafuerte por el pintor Ignacio Suárez Llanos (Gijón, 1830-Madrid, 1881), muestra el rostro de Carlos de Haes, un joven apuesto y de mirada penetrante, en la exposición de sus dibujos y grabados de la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El retrato del artista da paso a una colección de pequeñas obras sobre papel que reflejan paisajes y detalles evocados de memoria o tomados del natural, bocetos preparatorios, simples ejercicios de mano y apuntes de viaje. Además de los paisajes, Haes muestra en estas obras sobre papel una serie de personajes populares, muy en boga en la época para su publicación en revistas ilustradas.

Haes fue sobre todo pintor, aunque dedicó atención al grabado durante un breve periodo de tiempo, entre 1862 y 1865. Los problemas de salud le obligaron a abandonar esta técnica, ya que los ácidos empleados para grabar dañaban su vista.

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El trabajo del taller de Haes, sin embargo, constribuyó significativamente a la recuperación de la técnica del aguafuerte en España, como ya había ocurrido con anterioridad en Francia con el trabajo de los pintores paisajistas de la Escuela de Barbizon. La exposición de Bilbao quiere recordar que el peso de Haes en el resurgimiento del aguafuerte en el siglo XIX. Su influencia condicionó los temas y la forma de representarlos, con una clara preferencia por los entornos naturales representados con un tratamiento pictórico.

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