Los escándalos urbanísticos

La firma que debe demoler 144 casas ilegales en Cantabria denuncia amenazas

La sentencia del Tribunal Supremo es firme y exige el derribo de la urbanización El Encinar, en Arnuero (Santander), construida sobre suelo no urbano, según denunció el grupo ecologista Arca (Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria) hace más de 10 años. Ya hay una empresa adjudicada para su demolición, pero todo podría demorarse aún más. La compañía ganadora del concurso de derribo, Erri Berri, está meditando si seguir adelante o no, después de recibir decenas de cartas y llamadas de los vecinos de la urbanización. Aseguran que algunas de ellas son amenazantes.
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La sentencia del Tribunal Supremo es firme y exige el derribo de la urbanización El Encinar, en Arnuero (Santander), construida sobre suelo no urbano, según denunció el grupo ecologista Arca (Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria) hace más de 10 años. Ya hay una empresa adjudicada para su demolición, pero todo podría demorarse aún más. La compañía ganadora del concurso de derribo, Erri Berri, está meditando si seguir adelante o no, después de recibir decenas de cartas y llamadas de los vecinos de la urbanización. Aseguran que algunas de ellas son amenazantes.

"Nos llaman y nos escriben cada día diciendo que nos van a quemar las máquinas, que vamos a destruir vidas, que pensemos fríamente lo que vamos a hacer...", comenta un miembro de la empresa. "

Cuando nos presentamos al concurso no sabíamos dónde nos metíamos. Ahora nos estamos planteando hacerlo o no".

De retirarse Erri Berri, sería Cenavi, la misma empresa que construyó la urbanización, la encargada de demolerla, aunque tampoco les agrada la posibilidad. "Nos presentamos al concurso para que no quedara desierto y quedamos segundos, pero no nos interesa. Es una obra que no da mucho dinero y sí mucha publicidad negativa. Cuanto menos ruido, mejor. Ojalá Erri Berri no se retire", comentaban ayer fuentes de la constructora. "Al final esto se va a convertir en el linchamiento de la promotora que hizo la obra, cuando también somos víctimas".

Cenavi asegura que también ha recibido amenazas, todas anónimas. La empresa desea que la ejecución de la sentencia no se demore, para pedir indemnizaciones a la Administración por los apartamentos que dejaron sin vender en la urbanización y por daños de imagen. Según la sentencia, y al igual que los vecinos, sólo podrán solicitar compensaciones una vez que se produzca el "daño efectivo", es decir, el derribo.

"Pararemos a las excavadoras"

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Los vecinos reconocen haberse dirigido por teléfono y vía postal a Erri Berri y Cenavi, aunque niegan haber incluido amenazas en sus mensajes. En una junta, decidieron que cada uno enviaría una carta "informativa" a las empresas. "Yo me dirigí a ellos para contarles cuál era la situación y preguntarles si querían ser los verdugos de 100 familias inocentes, pero nunca hubo amenazas", explica Mercedes Díaz, vecina de El Encinar. "Somos muchos y no puedo responder por todas las cartas, pero si tienen pruebas, ¿por qué no lo han denunciado a la policía?", comenta otro vecino.

Los afectados aguardan nerviosos la decisión de Erri Berri. "Estamos muy pendientes porque no queremos que nos pillen a traición. La mayoría vivimos fuera y tenemos en Arnuero nuestra segunda residencia, pero el día que lleguen las excavadoras estaremos defendiendo nuestras casas. Tendrán que pasar por encima", retaba ayer un vecino.

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