Lleida inspeccionará cerca de 300 inmuebles del centro histórico

El consistorio quiere evitar incidentes por el mal estado de los edificios

El Ayuntamiento de Lleida no quiere más sustos por el mal estado de edificios de su centro histórico. Las patologías estructurales y la degradación del parque de viviendas en los últimos años suponen un peligro latente para los residentes. Las autoridades, junto al Colegio de Arquitectos, empezarán a partir de la próxima semana una campaña de inspecciones gratuitas a cerca de 300 inmuebles.

Uno de los objetivos de la iniciativa es conocer el estado real de todas las viviendas del centro histórico, habitadas en su gran mayoría por inmigrantes y colectivos con pocos recursos económicos. D...

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El Ayuntamiento de Lleida no quiere más sustos por el mal estado de edificios de su centro histórico. Las patologías estructurales y la degradación del parque de viviendas en los últimos años suponen un peligro latente para los residentes. Las autoridades, junto al Colegio de Arquitectos, empezarán a partir de la próxima semana una campaña de inspecciones gratuitas a cerca de 300 inmuebles.

Uno de los objetivos de la iniciativa es conocer el estado real de todas las viviendas del centro histórico, habitadas en su gran mayoría por inmigrantes y colectivos con pocos recursos económicos. De esta manera, el Ayuntamiento pretende prevenir los accidentes que periódicamente se registran en el barrio, principalmente después de un periodo de lluvias. El último sobresalto se produjo en la tarde del 20 de noviembre del pasado año, cuando se hundió un edificio de cinco plantas situado en el número 60 de la calle de Cavallers. En aquella ocasión no hubo que lamentar ninguna víctima porque en el momento del desplome no había nadie en el interior de las viviendas afectadas.

Las inspecciones las realizarán cinco equipos formados por un arquitecto y un aparejador. En coordinación con los técnicos municipales, revisarán en los dos próximos años unos 300 edificios que tal vez se hallen en malas condiciones de conservación y habitabilidad. Los técnicos comprobarán el estado de los cimientos, fachadas, paredes medianeras, forjados, patios interiores, escaleras, tejados, ascensores, revestimientos, balcones, cornisas, chimeneas e instalaciones de agua, luz y gas.

Si en las inspecciones se detecta que se requiere acometer una actuación de carácter inmediato, el Ayuntamiento adoptará las medidas oportunas. En caso de que los técnicos dictaminen que el edificio tiene que ser apuntalado, reformado o derribado, el consistorio iniciará el expediente y ordenará a los propietarios la ejecución de las obras, pero si éstas no se realizan en el plazo fijado, sobre todo si el edificio ha sido declarado en ruina inminente, la Administración las asumirá y exigirá al propietario los gastos ocasionados.

Hace unos meses, el Ayuntamiento y la Generalitat firmaron un convenio para impulsar inspecciones y la rehabilitación de los edificios del centro histórico con deficiencias o daños estructurales. El consistorio dará una ayuda de 6.000 euros por inmueble para financiar las obras que se consideren necesarias para garantizar la seguridad de las viviendas, mientras que la Generalitat incrementará en un 10 % el importe de las subvenciones que destina a este fin. "Es importante que los propietarios sepan que hay ayudas oficiales para rehabilitar los edificios y que merece la pena que las aprovechen porque es una ocasión única, ya que no tendrán que pagar el informe de los técnicos, de 900 euros", señala la concejal de Urbanismo, Marta Camps.

El centro histórico de Lleida es una de las zonas más deterioradas. Datos catastrales señalan que la mitad de los edificios son anteriores a 1910, están construidos con materiales sencillos y el 25% de las viviendas tienen menos de 60 metros cuadrados. La zona recibirá del plan de barrios de la Generalitat 8,4 millones de euros.

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