El Gobierno medita si suspende el proceso de paz tras el robo de ETA

Interior avisa de que la ruptura de las "reglas del juego" pondría en peligro el diálogo

El robo de armas en una empresa de Francia por parte de miembros de ETA no ha variado por el momento los planes del Gobierno sobre el proceso de paz, pero el Ejecutivo también espera tener en breve una información más precisa sobre lo ocurrido para decidir después si suspende o no los contactos. Fuentes gubernamentales indicaron ayer a este periódico que el proceso continuará si ETA cumple las reglas de juego marcadas desde el primer momento, que pasan por una renuncia total a la violencia por parte de los terroristas. En caso contrario, el diálogo previsto con ETA quedaría congelado.

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El robo de armas en una empresa de Francia por parte de miembros de ETA no ha variado por el momento los planes del Gobierno sobre el proceso de paz, pero el Ejecutivo también espera tener en breve una información más precisa sobre lo ocurrido para decidir después si suspende o no los contactos. Fuentes gubernamentales indicaron ayer a este periódico que el proceso continuará si ETA cumple las reglas de juego marcadas desde el primer momento, que pasan por una renuncia total a la violencia por parte de los terroristas. En caso contrario, el diálogo previsto con ETA quedaría congelado.

Más información

El Gobierno español ya tiene el primer informe de la Fiscalía francesa sobre el robo de 350 armas y en él se indica que una de las víctimas de los encapuchados ha reconocido, con dudas, a dos de los autores de los hechos. Se trataría de los etarras Alaitz Areitio Azpiri y Ohian Barandaia.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, consideró ayer "grave e intolerable" el robo de las armas y aseguró que el Gobierno no permitirá que "ETA imponga sus reglas".

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, aseguró ayer que el robo de armas por parte de ETA debería provocar una nueva verificación del alto el fuego por parte del Gobierno antes de iniciar las conversaciones directas con los terroristas.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, preguntado por esta posibilidad, no quiso entrar en detalles pero declaró: "No van por ahí las cosas".

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