"Eliminación programada de seres humanos", según los obispos

"Eliminación programada de seres humanos ya existentes, aunque aún no hayan nacido". Así ve la Conferencia Episcopal la futura Ley de Investigación Biomédica, que tramita estos días el Congreso, y la ya aprobada regulación de la reproducción humana asistida. La frase está tomada de un discurso de Benedicto XVI ante la Academia Pontificia para la Vida, el pasado 16 de septiembre. Los obispos españoles, mediante una "nota" de su Comité Ejecutivo, emitida ayer, esgrimen esa idea para descalificar esas regulaciones. Es más, la jerarquía católica insta a los políticos de esa confesión a rechazarlas...

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"Eliminación programada de seres humanos ya existentes, aunque aún no hayan nacido". Así ve la Conferencia Episcopal la futura Ley de Investigación Biomédica, que tramita estos días el Congreso, y la ya aprobada regulación de la reproducción humana asistida. La frase está tomada de un discurso de Benedicto XVI ante la Academia Pontificia para la Vida, el pasado 16 de septiembre. Los obispos españoles, mediante una "nota" de su Comité Ejecutivo, emitida ayer, esgrimen esa idea para descalificar esas regulaciones. Es más, la jerarquía católica insta a los políticos de esa confesión a rechazarlas si no quieren "ponerse objetivamente en desacuerdo con la doctrina católica".

"La Iglesia alienta sin vacilar a la ciencia y a la técnica que se ponen al servicio de la vida humana", dice la nota del episcopado como cuestión previa. Inmediatamente, arremete contra la regulación de esos avances de la ciencia.Su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, hizo cambiar ayer el decorado de la sala de prensa de la Conferencia Episcopal para colocar a su lado un cartel con un recién nacido y el eslogan Todos fuimos embriones.

Embriones humanos vivos

"Es muy preocupante que el proyecto permita la investigación con embriones humanos vivos que hayan perdido su capacidad de desarrollo. La dificultad de definir cuándo se ha producido inequívocamente esa pérdida de capacidad conducirá a decisiones arbitrarias. No resulta aceptable que la capacidad vital -mejor o peor determinada por terceros- se constituya en criterio para decidir que una vida humana pase a convertirse en material de investigación. El ser humano, y, en particular, su derecho a la vida, merecen un respeto incondicional", dicen los prelados.

La nota episcopal de ayer remite a otra, de marzo pasado, titulada Algunas orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la Ley que la regulará en España, para recordar "por qué es inhumano producir seres humanos en los laboratorios y cómo de dicha producción se siguen prácticas tan aberrantes como la clonación humana".

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