Bruselas propone para 2009 la completa liberalización postal

España se inclina por abrir todos los servicios a firmas privadas

La Comisión Europea fijó ayer un nuevo objetivo en su cruzada liberalizadora: acabar con los monopolios de los servicios postales de la Unión para 2009. El Ejecutivo comunitario presentó ayer una propuesta legislativa que obliga a los Veinticinco a abrir sus mercados de correos a los operadores privados para cartas y paquetes de menos de 50 gramos (el llamado sector reservado, frente al resto que ya se había liberalizado).

El nuevo texto establece garantías para que se mantengan los servicios mínimos incluso en aquellos casos en los que al sector privado no le resulte rentable operar, c...

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La Comisión Europea fijó ayer un nuevo objetivo en su cruzada liberalizadora: acabar con los monopolios de los servicios postales de la Unión para 2009. El Ejecutivo comunitario presentó ayer una propuesta legislativa que obliga a los Veinticinco a abrir sus mercados de correos a los operadores privados para cartas y paquetes de menos de 50 gramos (el llamado sector reservado, frente al resto que ya se había liberalizado).

El nuevo texto establece garantías para que se mantengan los servicios mínimos incluso en aquellos casos en los que al sector privado no le resulte rentable operar, como por ejemplo en poblaciones aisladas o mal comunicadas. La nueva directiva debe contar aún con el visto bueno de los Estados miembros y algunos de ellos son reacios a desmantelar grandes empresas estatales que emplean a miles de trabajadores. La iniciativa debe además contar con la aprobación del Parlamento Europeo.

"No habrá sectores reservados a partir de 2009. No habrá monopolios", anunció ayer el comisario europeo de mercado interior, Charlie McCreevy. "Lo importante es que todo el mundo tenga la posibilidad de participar en el mercado", dijo a la prensa en Bruselas, durante la presentación de la propuesta. La nueva directiva impone el llamado servicio universal, por el que los Estados deberán garantizar un servicio de calidad que incluya la recogida y reparto de correo al menos cinco días por semana a todos los ciudadanos.

Para poder financiar este servicio universal, una de las cuatro posibilidades que se barajan es la creación de un fondo mediante el cual los operadores privados sufragarían el sobrecosto al que se vería expuesta la empresa encargada de gestionar los servicios mínimos.

España, con un mercado postal parcialmente liberalizado, aún no ha fijado su posición, pero en principio se inclinaría más por las tesis liberalizadoras que defienden países como Reino Unido y Holanda, según explican fuentes comunitarias. Pero España se mostraría inflexible a la hora de exigir que se garantice el servicio público, teniendo en cuenta la existencia de localidades poco pobladas y mal comunicadas. Los servicios postales urbanos españoles están liberalizados, al contrario que los interurbanos para el caso de los envíos menores de 50 gramos. En el correo internacional, la entrada y distribución en España está liberalizada, pero de la salida se encarga Correos.

Mientras que Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Alemania se encuentran entre los países que defienden la liberalización propuesta por la Comisión, Francia, Italia, Grecia y los países del Este figuran entre los detractores.

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