Una colisión entre dos trenes causa un muerto y 140 heridos en el metro de Roma

Un convoy superó un semáforo en rojo y se empotró contra otro detenido en una estación

Dos convoyes del metro de Roma chocaron ayer por la mañana en la estación de plaza Vittorio Emanuele, una de las más concurridas de la ciudad. El accidente causó la muerte de una mujer de 30 años y dejó heridas a otras 140 personas, cinco de ellas gravemente. Las causas del siniestro no estaban claras ayer, aunque las grabaciones de la caja negra de los convoyes parecían demostrar que el maquinista de uno de los trenes recibió autorización de la sala central de control para pasar un semáforo en rojo. Poco antes del accidente se registraron varias anomalías en la línea.

El impacto...

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Dos convoyes del metro de Roma chocaron ayer por la mañana en la estación de plaza Vittorio Emanuele, una de las más concurridas de la ciudad. El accidente causó la muerte de una mujer de 30 años y dejó heridas a otras 140 personas, cinco de ellas gravemente. Las causas del siniestro no estaban claras ayer, aunque las grabaciones de la caja negra de los convoyes parecían demostrar que el maquinista de uno de los trenes recibió autorización de la sala central de control para pasar un semáforo en rojo. Poco antes del accidente se registraron varias anomalías en la línea.

El impacto se produjo a las 9.37. Un convoy estaba detenido en la estación, descargando y cargando viajeros, cuando otro convoy entró por la misma vía. La locomotora del tren en marcha se empotró contra el último vagón del tren detenido, se alzó y cayó de costado hacia el andén. El vagón que recibió el impacto se encogió como un acordeón. Los cuerpos de los pasajeros a bordo fueron proyectados en todas direcciones.

Fueron muchos los que vieron aproximarse el tren, que no circulaba a gran velocidad, y pudieron prepararse para el impacto. Eso salvó probablemente varias vidas. "Durante unos segundos fui consciente de que iba a producirse un choque", declaró un abogado que sufrió heridas leves. En cuanto vieron la escena del accidente, los servicios médicos y los bomberos temieron que hubiera numerosas víctimas mortales. Pero sólo una mujer de 30 años perdió la vida. Se llamaba Alessandra Lisi, vivía en Pontecorvo y cada mañana se desplazaba hasta Roma para trabajar como investigadora científica. Otras cinco personas, entre ellas una turista japonesa, sufrieron heridas muy graves. Anoche todas ellas parecían fuera de peligro.

Datos de la 'caja negra'

"Es difícil explicarse lo que ha sucedido", comentó Guido Parisi, jefe de los bomberos romanos. El ministro de Transportes, Alessandro Bianchi, que compareció ante el Parlamento para informar sobre el accidente, declaró que por el momento no excluía ninguna hipótesis, salvo las de atentado o sabotaje. "Aún no sabemos por qué un convoy alcanzó al que le precedía", dijo Bianchi.

El contenido de la caja negra, localizada entre los restos y recogida por la policía, indicaba, según las primeras informaciones, que el tren en marcha se había saltado un semáforo en rojo. Las conversaciones grabadas mostraban que el maquinista se había detenido inicialmente ante el semáforo y había telefoneado a la sala de control, para pedir instrucciones. "Eso es algo frecuente, muchas veces las luces están rojas y la sala de control nos ordena que no hagamos caso y que sigamos adelante con precaución", explicaron varios maquinistas de Metropolitana di Roma. Eso ocurrió ayer, según todos los indicios. El maquinista reanudó la marcha a poca velocidad, unos 25 o 30 kilómetros por hora, según el ministro Bianchi, y acabó topando con otro tren. El conductor quedó herido y fue trasladado al Policlínico Casilino. Estaba consciente, pero no recordaba lo ocurrido.

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El alcalde de Roma, Walter Veltroni, aseguró que los dos trenes afectados eran novísimos. La prensa romana publicaba ayer mismo, sin embargo, unas declaraciones del presidente de Metropolitana di Roma, Stefano Bianchi, en las que éste reclamaba al alcalde inversiones urgentes en las líneas A y B, las dos únicas de la ciudad. Bianchi señalaba en concreto la estación de plaza Vittorio Emanuele como una de las que requerían modernización para absorber el creciente número de convoyes. "La línea A es un continuo embotellamiento; los usuarios piden más trenes, pero ya no caben", denunció el comité sindical de Metropolitana di Roma.

A las 7.45, un tren abarrotado pasó por la estación de Vittorio Emanuele sin detenerse. A las 8.30, otro tren se detuvo en el túnel entre las estaciones de Vittorio Emanuele y Termini, por falta de corriente eléctrica.

El alcalde Veltroni anunció la suspensión de todos los festejos relacionados con el Festival del Cine, incluida la gala final prevista para el sábado en Cinecittà. Los sindicatos suspendieron, por su parte, una huelga de autobuses periféricos para que no se agravaran los problemas de tráfico causados por el colapso de la línea A del metro. Un portavoz de Metropolitana di Roma dijo que hoy, una vez retirados los dos convoyes y reparadas las vías y los andenes, se reanudaría el servicio.

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