'Tronaor i piuleta'
Las guías oficiales se empeñan en disfrazar de alarde pirotécnico el tronaor i la piuleta que los enamorados se regalan el próximo lunes en la Mocadora que celebra la victoria de Jaume I contra los moros. Pero por aquí todos sabemos de las connotaciones sexuales que tiene el invento de aquel rey provocador y que a medida que pasa el tiempo reflejan más claramente el carácter lúdico de la conmemoración histórica. ¿Día de la Comunidad Valenciana? ¿La última victoria contra los moros? ¿Celebración autonómica? ¡Anda ya! Inicio de un superpuente que nos hermana con el día de la Hispanidad. ¿...
Las guías oficiales se empeñan en disfrazar de alarde pirotécnico el tronaor i la piuleta que los enamorados se regalan el próximo lunes en la Mocadora que celebra la victoria de Jaume I contra los moros. Pero por aquí todos sabemos de las connotaciones sexuales que tiene el invento de aquel rey provocador y que a medida que pasa el tiempo reflejan más claramente el carácter lúdico de la conmemoración histórica. ¿Día de la Comunidad Valenciana? ¿La última victoria contra los moros? ¿Celebración autonómica? ¡Anda ya! Inicio de un superpuente que nos hermana con el día de la Hispanidad. ¿Fue una premonición lo de Felipe V?
Aquí la gente está a lo que está. ¿Ha escuchado usted en alguna agencia de viajes hablar de la moción de censura o del debate sobre el Estado de la Comunidad? La gente habla del destino del puente y de cómo es posible que ochocientos años después haya que cambiar los disfraces de sarracenos por miedo al imán de Málaga. Por eso la moción de censura de Joan Ignasi Pla quedó amortizada antes de celebrarse y la visita hoy de Zapatero sólo servirá para aliviar las lágrimas y las quejas de sus chicos, aunque está muy bien la campaña de "Pla 2007" para desentumecer las percepciones.
La política valenciana es algo que no acaban de entender los políticos valencianos de izquierdas. Sólo Joan Lerma lo tenía claro cuando reconocía como valor que eso de la vertebración sólo era un invento de la A-7 y el Corte Inglés. Incluso cuando se dio cuenta que el 9 d'Octubre era también un puente festivo invadió Valencia de escuadras de moros y cristianos, para que los de Alicante vinieran a pasar un día al cap i casal. Camps también ha aprendido a oler la calle y sabe escoger el material ideal para el diseño político que más gusta a los valencianos: jugar a ganador.
Por eso la moción de censura estaba amortizada antes de celebrarse y, además, Esteban González Pons, pese a que sólo buscaba el foco del quintacolumnista, encontró la piedra filosofal en Catral y su alcalde socialista. Los del PP no le pagarán nunca bastante a José Manuel Rodríguez por sus declaraciones reconociendo que si la gente y su hermano querían construir chalets en cualquier lado, pues qué iba a hacer. Y eso que mientras aquí estamos con el síndrome de Estocolmo en Catalunya crece la construcción de viviendas en un 17,6 por ciento. Ya saben: pura indigestión de sandía verde, cultivo que después de Catral va a sustituir a la naranja.
La gente, pues, está a la mocadorà y a preguntarse qué pasará en las próximas fiestas de moros y cristianos. Es la ventaja y el inconveniente de no ser nación. No hay que sofocarse con las conmemoraciones porque todo se soluciona con un puente festivo. Con repetir los discursos del año pasado, quizá un poco más cargados de bombo por aquello de las próximas fechas electorales, ya hay bastante. Aquí las dimensiones cognoscitiva, moral o ética de la política juegan en desventaja con la opción estética. ¿Cómo no se ha enterado Pla si hasta Zapatero ha seguido el ejemplo de los Borgia? Mucha política, mucho talante y muchos puñales.
No en vano les pondría a todos como deber obligatorio leer las obras publicadas estos días sobre los Borgia y ver repetidas veces la película de Antonio Hernández, escribiendo mil veces sus lemas máximos: "ambición y poder". Aunque existe un problema: ¿dónde está hoy el Maquiavelo que enseña a El Príncipe? ¿Acaso pueden ser Perelló, Duch o Escudero? Cualquier repaso de nombres en el núcleo duro del socialismo valenciano nos deja en primero de infantil. Al menos las tres jornadas de debates cortesanos servirán para que Joan Navarro y Jordi Sevilla se pasen el puente entre risas revisando el video de la moción. Igual hasta bailan Paquito el Chocolatero si algún imán no lo prohíbe.
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