Fracaso
La proporción de alumnos españoles que abandonan los estudios hasta los 16 años es el doble que la media de la Unión Europea, según las últimas estadísticas realizadas, y este dato negativo es verdaderamente inquietante, dando mucho que pensar.
Las conclusiones que se pueden extraer son diversas, como el desapego de los jóvenes estudiantes por el conocimiento, la imperfección del actual sistema educativo o, inclusive, la mínima exigencia familiar existente hacia los hijos, instalados en la complacencia, desgana y comodidad de esta sociedad del bienestar en que nos toca vivir, en lugar d...
La proporción de alumnos españoles que abandonan los estudios hasta los 16 años es el doble que la media de la Unión Europea, según las últimas estadísticas realizadas, y este dato negativo es verdaderamente inquietante, dando mucho que pensar.
Las conclusiones que se pueden extraer son diversas, como el desapego de los jóvenes estudiantes por el conocimiento, la imperfección del actual sistema educativo o, inclusive, la mínima exigencia familiar existente hacia los hijos, instalados en la complacencia, desgana y comodidad de esta sociedad del bienestar en que nos toca vivir, en lugar de en el rigor, en la exigencia y, sobre todo, en el esfuerzo. Así nos va.