Grupos de radicales atacan una sede del PSE y queman un autobús en San Sebastián

Grupos de radicales violentos atacaron ayer por la mañana una sede del Partido Socialista de Euskadi (PSE) en San Sebastián, que sufrió escasos daños, y por la tarde destrozaron un autobús al que prendieron fuego en pleno centro de esa misma ciudad, abarrotado de público tras una regata de traineras en la bahía de La Concha, e incendiaron el cajero automático de una entidad bancaria. Estos dos últimos ataques se produjeron poco después de una marcha de apoyo a los presos de ETA. Desde junio se han producido 21 incidentes de kale borroka en Euskadi.

El PSE exigió a los dirigentes ...

Grupos de radicales violentos atacaron ayer por la mañana una sede del Partido Socialista de Euskadi (PSE) en San Sebastián, que sufrió escasos daños, y por la tarde destrozaron un autobús al que prendieron fuego en pleno centro de esa misma ciudad, abarrotado de público tras una regata de traineras en la bahía de La Concha, e incendiaron el cajero automático de una entidad bancaria. Estos dos últimos ataques se produjeron poco después de una marcha de apoyo a los presos de ETA. Desde junio se han producido 21 incidentes de kale borroka en Euskadi.

El PSE exigió a los dirigentes de la ilegalizada Batasuna "valentía" para condenar "con contundencia" los actos de violencia callejera del fin de semana, en especial el perpetrado contra la sede del partido en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. Se trata del primer ataque de la kale borroka contra una sede socialista desde que ETA anunciase el 22 de marzo pasado su alto el fuego permanente. El ataque contra la Casa del Pueblo se produjo a las ocho de la mañana de ayer, cuando varios desconocidos arrojaron líquido inflamable contra el local y le prendieron fuego. Las llamas ennegrecieron la persiana exterior y la puerta de acceso.

El delegado del Gobierno en el País Vasco, el socialista Paulino Luesma, calificó este hecho como un ataque "fascista e injustificable contra la convivencia y los deseos de libertad del pueblo vasco". El secretario general del PSE de Guipúzcoa, Miguel Buen, también condenó los hechos y exigió a Batasuna que "aísle a los violentos que están en su movimiento" y dé el paso de apostar por la política y "dejar atrás la violencia".

Horas después, en torno a las 15.45, un grupo de encapuchados se ensañaba con un autobús urbano de San Sebastián que se encontraba en el Boulevard, en pleno centro de la ciudad, muy cerca de la Parte Vieja, donde se congregaban miles de personas que habían presenciado las regatas de traineras de La Concha. El vehículo, el segundo que los radicales queman en la capital guipuzcoana en tres semanas, quedó destruido por las llamas. Los proetarras aprovecharon ese momento para lanzar varios cócteles mólotov contra un cajero automático situado en las proximidades. Además, un hombre fue detenido por la Ertzaintza al caer la tarde acusado de cortar una calle con contenedores en el barrio donostiarra de Amara, informa Efe.

El alcalde donostiarra, el socialista Odón Elorza, exigió a Batasuna una condena "clara y contundente" de estos hechos "contrarios al deseo inmensamente mayoritario de la población".

El Gobierno vasco también condenó los últimos ataques y afirmó que quienes los ordenan y quienes los ejecutan pretenden "transmitir que no renuncian a la violencia y que están dispuestos a utilizarla para amenazar y amedrentar a las personas o a las organizaciones políticas". La presidenta del PP de Guipúzcoa, María José Usandizaga, señaló que este "atentado terrorista" forma parte de "una estrategia calculada de Batasuna-ETA para presionar a los demócratas y hacerse fuertes ante una negociación abierta por el presidente con los terroristas". Los demás partidos democráticos también deploraron lo sucedido.