El Gobierno avisa a Senegal de que no tolerará más oleadas de cayucos

El Gobierno lanzó ayer un mensaje de firmeza hacia los países africanos que permiten la salida de cayucos con inmigrantes desde sus costas con destino a Canarias. "No vamos a tolerar que sigan llegando. No vamos a aceptar que se incumplan los acuerdos bilaterales y multilaterales. Todo el que entre en España de manera irregular saldrá más tarde o más temprano".

Senegal es el país desde el que parte la mayoría de las embarcaciones con inmigrantes irregulares que han llegado a las costas canarias en el último mes. En lo que va de año ya se ha superado el número de inmigrantes llegados a l...

El Gobierno lanzó ayer un mensaje de firmeza hacia los países africanos que permiten la salida de cayucos con inmigrantes desde sus costas con destino a Canarias. "No vamos a tolerar que sigan llegando. No vamos a aceptar que se incumplan los acuerdos bilaterales y multilaterales. Todo el que entre en España de manera irregular saldrá más tarde o más temprano".

Senegal es el país desde el que parte la mayoría de las embarcaciones con inmigrantes irregulares que han llegado a las costas canarias en el último mes. En lo que va de año ya se ha superado el número de inmigrantes llegados a las costas españolas en 12 meses. Sólo en Canarias se han contabilizado 21.500 inmigrantes, cuando el peor año de llegadas en pateras era hasta ahora 2003, con menos de 20.000 inmigrantes.

El Gobierno español ha viajado hasta en cinco ocasiones a Senegal en los últimos cuatro meses para cerrar acuerdos con las autoridades de ese país. Hasta el momento no han producido avances en la reducción de las llegadas, pese a las gestiones diplomáticas de las autoridades españolas.

La preocupación ante la llegada masiva de inmigrantes ocupó ayer buena parte de la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y hasta diez miembros del Ejecutivo se refirieron a la necesidad de seguir trabajando en la protección de las fronteras españolas y de advertir a los países emisores de inmigración irregular de que su tolerancia puede acarrear consecuencias.