La antigüedad ya no será un grado

Hace tiempo que el orden del escalafón con el que se sale de la academia militar ha dejado de marcar el destino de los militares hasta el final de su carrera profesional. Pero el anteproyecto de ley de la Carrera Militar elaborado por el Ministerio de Defensa avanza un paso más en la pérdida de la importancia de la antigüedad a la hora de ascender.

Ser el más antiguo ya sólo será el único criterio que se tiene en cuenta para ascender al primer empleo de cada escala: capitán el caso de los oficiales y sargento primero en el de los suboficiales. El ascenso a brigada (suboficial) y a coman...

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Hace tiempo que el orden del escalafón con el que se sale de la academia militar ha dejado de marcar el destino de los militares hasta el final de su carrera profesional. Pero el anteproyecto de ley de la Carrera Militar elaborado por el Ministerio de Defensa avanza un paso más en la pérdida de la importancia de la antigüedad a la hora de ascender.

Ser el más antiguo ya sólo será el único criterio que se tiene en cuenta para ascender al primer empleo de cada escala: capitán el caso de los oficiales y sargento primero en el de los suboficiales. El ascenso a brigada (suboficial) y a comandante (oficial), que actualmente se realiza por orden de antigüedad, se realizará por clasificación; es decir, por el orden resultante tras un proceso de evaluación, en el que se tienen en cuenta los méritos y capacidades de los militares.

El nuevo sistema de clasificación sustituye al de selección (que combinaba los méritos y antigüedad) en los ascensos a subteniente (suboficial) y teniente coronel (oficial).

Además, para ascender a teniente coronel y a brigada habrá que realizar un curso de especialización. Se trata de que, en la segunda parte de su carrera, los militares adquieran una segunda especialidad (como recursos humanos, gestión económica o logística), además de la que ya tenían al salir de la academia (artillería, caballería, intendencia).

La realización de estos cursos de especialización será requisito indispensable para acceder a determinados destinos.

El sistema de elección, que deja un amplio margen de discrecionalidad al Ministerio de Defensa, se mantiene en los ascensos a general, suboficial mayor y cabo mayor, pero se amplía también al ascenso al empleo de coronel.

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La ley de la Carrera Militar deja para un futuro reglamento la configuración de los cursos de capacitación para el ascenso al generalato. En la versión inicial del anteproyecto se quitaba a los consejos superiores de los ejércitos -en los que se sientan todos los tenientes generales en activo- la competencia para evaluar a los aspirantes a general, que se atribuía a los mandos de personal. Sin embargo, esta modificación -que daba mayor peso a los responsables políticos- decayó con los primeros borradores.

Una sola escala

En cambio, no ha desaparecido la unificación de los oficiales en una sola escala. El antepr

oyecto de ley refunde la Escala de Oficiales (antigua Escala Media) y la Escala Superior de Oficiales, que en la práctica suponían la existencia de "oficiales de primera y de segunda", pues únicamente de los miembros de la superior podían ascender a los empleos más altos.

Uno de los puntos que mayores quebraderos de cabeza ha generado en los cuarteles generales es la fórmula de integración de ambas escalas en un único escalafón. Otra novedad es la desaparición del cuerpo de especialistas, así como la creación de una escala de tropa y marinería.

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