¿Y quién pagará la reconstrucción?

Puede parecer ingenuidad, pero la impunidad tiene efectos demoledores para la convivencia. Más allá de las sinrazones para la guerra de Israel contra Hezbolá y de Hezbolá contra Israel, a pesar de que una sola muerte no justifica ningún fin político, ¿quién correrá con la factura de lo que cueste reparar los hogares con fatigas y sudores construidos?

A uno se le rompe el alma cuando ve bloques de pisos de Beirut convertidos en un montón de escombros. Cuánta historia, cuántas emociones y anécdotas particulares, cuántos recuerdos, cuánto... todo perdido.

Me siento ciudadano libanés...

Puede parecer ingenuidad, pero la impunidad tiene efectos demoledores para la convivencia. Más allá de las sinrazones para la guerra de Israel contra Hezbolá y de Hezbolá contra Israel, a pesar de que una sola muerte no justifica ningún fin político, ¿quién correrá con la factura de lo que cueste reparar los hogares con fatigas y sudores construidos?

A uno se le rompe el alma cuando ve bloques de pisos de Beirut convertidos en un montón de escombros. Cuánta historia, cuántas emociones y anécdotas particulares, cuántos recuerdos, cuánto... todo perdido.

Me siento ciudadano libanés y me duele su sufrimiento, también me duele el sufrimiento del ciudadano israelí víctima de los Katiusha. Los que trabajamos en educación sabemos que superar un conflicto requiere reconocimiento de culpa, arrepentimiento, comunicarlo al afectado y reparación. ¿Pagarán el Gobierno de Israel y Hezbolá lo que cueste dejar las cosas como estaban antes de la guerra.