Una mujer vivía en Lavapiés rodeada de kilos de basura y artículos de lujo

El reciente fallecimiento de una vecina del barrio de Lavapiés (Centro) que habitaba en un piso de alquiler de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) ha permitido descubrir que la mujer, de nombre Ana, vivía entre kilos de basura y numerosas joyas, perfumes y artículos de lujo. El hallazgo se produjo cuando técnicos de la promotora pública se desplazaron al piso para limpiarlo y prepararlo para nuevos inquilinos.

La mujer padecía el síndrome de Diógenes, una enfermedad mental que se caracteriza por acumular basura, si bien Ana no discriminaba entre basura y joyas. Guardaba residuos y...

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El reciente fallecimiento de una vecina del barrio de Lavapiés (Centro) que habitaba en un piso de alquiler de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) ha permitido descubrir que la mujer, de nombre Ana, vivía entre kilos de basura y numerosas joyas, perfumes y artículos de lujo. El hallazgo se produjo cuando técnicos de la promotora pública se desplazaron al piso para limpiarlo y prepararlo para nuevos inquilinos.

La mujer padecía el síndrome de Diógenes, una enfermedad mental que se caracteriza por acumular basura, si bien Ana no discriminaba entre basura y joyas. Guardaba residuos y figuras de cristal Swarovsky adquiridas en una gran superficie comercial.

Ahora, la Policía Municipal ha presentado una denuncia en comisaría para que la justicia busque a los herederos. Ana tenía unos 60 años, era soltera y vivía sola con sus gatos desde que el año pasado falleció su madre. Los vecinos de Ana comentaron el impacto que les ha producido la noticia. "Siempre venía con bolsas de El Corte Inglés, pero nunca sospeché. Me he quedado sorprendida de todo lo tenía guardado en su casa", afirmó Soraya Morante, dependienta de una tienda de bisutería que solía frecuentar la fallecida.

Según Morante, Ana era impulsiva y "siempre estaba comprando cosas", pero, por lo menos, lo que adquiría en su tienda no era una cantidad desorbitada. "Solía venir a comprarnos a la tienda, y siempre venía con algún regalito para mis compañeras que tienen niños", recordó. "A raíz de que el año pasado se le murió la madre, empezó a perder la cabeza".

Una vecina de Ana, Adelina de Jesús, afirmó de ella que nunca "dejaba entrar en su piso a nadie", por lo que ningún vecino llegó a sospechar que estuviera reuniendo una fortuna en artículos de lujo. A esta vecina también le llamó la atención la cantidad de bolsas de El Corte Inglés que Ana metía en su casa. "Subía y bajaba bolsas tres o cuatro veces al día, pero en ningún momento sospechamos nada", agregó.

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