Los pilotos de Iberia inician una huelga de siete días para blindar sus salarios

La compañía aérea estima que las pérdidas por la protesta rondarán los 35 millones de euros

Los pilotos de Iberia comienzan hoy una huelga de siete días para que la compañía aérea asegure sus salarios hasta la jubilación con avales bancarios y pignoración de bienes y de derechos. El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) se reunió de nuevo ayer, durante tres horas, con la dirección de Iberia y con altos cargos de Fomento y de AENA. Y como en los dos días anteriores, la reunión no dio fruto. La huelga afectará a 200 vuelos diarios en la semana de más demanda del año y costará a Iberia unos 35 millones. Las partes enfrentadas dicen seguir dispuestas a negociar.

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Los pilotos de Iberia comienzan hoy una huelga de siete días para que la compañía aérea asegure sus salarios hasta la jubilación con avales bancarios y pignoración de bienes y de derechos. El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) se reunió de nuevo ayer, durante tres horas, con la dirección de Iberia y con altos cargos de Fomento y de AENA. Y como en los dos días anteriores, la reunión no dio fruto. La huelga afectará a 200 vuelos diarios en la semana de más demanda del año y costará a Iberia unos 35 millones. Las partes enfrentadas dicen seguir dispuestas a negociar.

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Desde el pasado viernes, los representantes de Iberia, Fomento, el ente público empresarial AENA (encargado de los aeropuertos) y el SEPLA acumulan ya más de 13 horas de negociación. Las tres horas de ayer tampoco dieron fruto. El presidente de Iberia, Fernando Conte, abandonó la reunión a la media hora de iniciarse. Su segundo, el director general de Iberia, Enrique Donaire, aguantó dos horas más. A la salida, pintó un panorama negro: el SEPLA, dijo, "ha pasado de pedir el universo, a pedir la Luna, el Sol y Marte; son condiciones inaceptables".

Iberia, según el comunicado que hizo público al término de la reunión, reiteró al SEPLA que ningún piloto va a perder su empleo por la puesta en marcha de la línea de bajo coste Catair. Como garantía, ofreció también que el Ministerio de Trabajo tutele ese compromiso y que una comisión, en la que participaría Fomento, analice el impacto de la filial -que empezará a operar en octubre desde Barcelona- en el colectivo de pilotos.

Pero al SEPLA no le basta. Sin romper todos los puentes (el negociador del sindicato, Bernardo Obrador, afirmó ayer estar dispuesto a negociar antes y durante la huelga), los pilotos mantiene su petición: quieren que la compañía ofrezca garantías "jurídicamente válidas" de que la puesta en marcha de la filial de bajo coste no afectará al colectivo de 1.800 pilotos de Iberia.

En un comunicado hecho público en la tarde de ayer, el SEPLA asegura que Iberia se muestra impaciente de que haya huelga, de forma que provoque un laudo de la Administración "que suspenda el derecho constitucional a la huelga y maniate a los pilotos". "Iberia no se ha movido un ápice de su postura inicial, y su decisión de vaciar la matriz favoreciendo la creación de líneas de bajo coste ha sido el prejuicio con el que ha venido jugando en las reuniones celebradas hasta la fecha", añade el comunicado, según informa Efe.

La pasada semana, en una carta remitida al presidente de Iberia, Fernando Conte, el sindicato SEPLA concretó sus demandas. Reclamaba un aval bancario, renovable cada año, que asegure el salario de cada piloto hasta los 65 años; además del compromiso de que no habrá despidos y pignoración de bienes y de derechos de la empresa (incluidos los aviones y las acciones de Catair) a favor de los pilotos para el caso de que finalmente se registren despidos no justificados.

Según Iberia, las demandas del SEPLA se pueden cuantificar. Equivalen a 6.000 millones de euros, el triple del valor de la compañía en Bolsa. Por ello, está dispuesta a sufrir el desgaste de una huelga que le obligará a anular 1.600 vuelos, un tercio de los que opera la compañía normalmente y que le puede costar cinco millones de euros al día, según las primeras estimaciones. Todo ello sin tener en cuenta el impacto de la huelga sobre 200.000 usuarios que ya han tenido que cambiar de planes en la semana punta del verano para la demanda de servicios aéreos.

Acciones legales

Fuentes de Iberia, que ha iniciado el proceso de acciones legales para declarar la huelga ilegal, aseguraban ayer que, suceda lo que suceda en las próximas horas o días, el daño ya está hecho. Lo único positivo es que serán pocos los usuarios que a estas alturas no estén al tanto de la huelga de pilotos, con lo que no se esperan problemas añadidos en los aeropuertos. Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer las previsiones de Fomento y de AENA para los próximos días si la huelga se mantiene.

En la Bolsa, el valor de la acción de Iberia no se ha visto perjudicado, por el momento, por la convocatoria de huelga. En concreto, la acción de la compañía cerró el pasado viernes a 2,01 euros, el mismo precio que cuando el SEPLA convocó formalmente la huelga ante la autoridad laboral (26 de junio) y un céntimo por encima de los dos euros que marcaba cuando se hicieron públicas las primeras amenazas de los pilotos (21 de junio).

El día siguiente de que se convocara la huelga, los títulos de Iberia, según Servimedia, retrocedieron un 2,5%, hasta los 1,96 euros, el precio más bajo que han marcado en estas jornadas.

El portavoz del SEPLA, Bernardo Obrador, a su llegada al ministerio.EFE

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