Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

Manteniendo el tipo

La economía turca se resiente a pesar de su elevado crecimiento

Los últimos acontecimientos políticos y los retrasos en su ingreso a la UE están frenando el incipiente desarrollo de la economía turca. A pesar de que el PIB creció un 6,4% en el primer trimestre, en las últimas semanas la lira ha perdido un 22% su valor respecto al euro. Mientras, el déficit por cuenta corriente marca un nuevo récord y la inflación y el desempleo siguen sin retroceder.

La economía turca ha crecido un 6,4% durante los primeros tres meses del año. Esta cifra confirma el despegue del país euroasiático, que ha registrado crecimientos por encima del 6% durante toda esta dé...

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Los últimos acontecimientos políticos y los retrasos en su ingreso a la UE están frenando el incipiente desarrollo de la economía turca. A pesar de que el PIB creció un 6,4% en el primer trimestre, en las últimas semanas la lira ha perdido un 22% su valor respecto al euro. Mientras, el déficit por cuenta corriente marca un nuevo récord y la inflación y el desempleo siguen sin retroceder.

El primer síntoma de la ralentización llega del mercado cambiario: desde finales de abril, la lira ha retrocedido un 22% respecto al euro
El Gobierno de Ankara se enfrenta al rebrote de focos de violencia religiosa extremista y ve cómo se pone en duda su ingreso en la Unión Europea

La economía turca ha crecido un 6,4% durante los primeros tres meses del año. Esta cifra confirma el despegue del país euroasiático, que ha registrado crecimientos por encima del 6% durante toda esta década. La construcción, con alza del 25,9%; la inversión, que se elevó un 30,5%, y el consumo privado, con un 9,4%, continúan siendo los motores de la estructura económica turca.

Estos datos representan un leve retroceso, después de que el PIB creciera un 10,2% durante el cuarto trimestre del año pasado, al registrar un alza del 7,6% en 2005. Los últimos acontecimientos políticos que han afectado al país durante este año tampoco han ayudado a mantener el equilibrio económico. El Gobierno de Ankara ha debido enfrentar el rebrote de focos de violencia religiosa extremista mientras ve cómo la Unión Europea pone en duda su ingreso al club de los 25.

Dificultades con Bruselas

El último informe de la UE sobre los progresos de Turquía no sólo advierten la falta de libertad religiosa y la negativa de Ankara de reconocer a Chipre como Estado independiente, sino que además dan cuenta de la paralización de las reformas económicas y de un escaso avance en temas regulatorios. El primer síntoma de esta ralentización ha venido desde el mercado cambiario: desde finales de abril, la lira ha retrocedido un 22% respecto del dólar y el euro.

Los analistas explican que esta cotización, la más baja desde abril de 2003, se debe en gran parte a la retirada de capitales extranjeros que llegaron a Turquía atraídos por las negociaciones con Europa. La lira también se ha visto afectada por el inesperado crecimiento de 10% del IPC en mayo. Para reflotar la moneda local, el Banco Central ha aumentado las tasas de interés cuatro puntos porcentuales durante las últimas semanas. Esto podría afectar al consumo interno en un país en el que el 20% de la población vive con menos de dos dólares al día.

Del mismo modo, la cotización de la moneda local podría afectar al comercio exterior, otro de los pilares de la economía turca. Las previsiones de la OCDE indican que la balanza por cuenta corriente podría llegar a niveles récord durante estos tres próximos cursos. El año pasado, el déficit por cuenta corriente llegó al 6,3%, mientras que este curso podría cerrar en un 6,6%. En 2007, las previsiones indican que llegará al 7%.

Asegurar la confianza

La UE y los organismos internacionales han advertido de que, para mantener sus actuales niveles de crecimiento, Turquía debe preservar la confianza internacional y doméstica en sus instituciones políticas y económicas. Para ello es necesario incrementar la credibilidad en sus políticas macroeconó-micas, asegurarse de que el marco regulatorio minimice los riesgos financieros, mejorar la competitividad de las empresas, acelerar las privatizaciones y realizar cambios en el sistema tributario y laboral.

Con todo, el Gobierno turco se muestra confiado de aprobar el examen de noviembre para seguir las negociaciones con la UE. El país euroasiático acaba de aprobar el Noveno Plan de Desarrollo, que se aplicará entre 2007 y 2013. El proyecto pretende aumentar un 65% el ingreso per cápita del país, crear 620.000 nuevos puestos de trabajo, reducir la inflación al 3% y recortar el peso del sector agrícola. El plan de privatizaciones también prevé disminuir el valor generado por las empresas estatales desde el 9% hasta el 3,3% del PIB.

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