Reportaje:

Federer se muestra intocable

El suizo derrota a Ancic en Wimbledon, y la lluvia retrasa a hoy el partido Nadal-Nieminen

Hace cuatro años, en una de las pistas del All England Club, un Roger Federer que aún no había alcanzado sus primeras semifinales en el Grand Slam perdió en la primera ronda de Wimbledon frente a un chico croata de 18 años por el que nadie hubiera apostado. Ayer, en la central de la catedral, los dos jugadores volvieron a enfrentarse en un duelo que tuvo unas características notablemente distintas. Mientras Ancic nunca ha superado unas semifinales en los cuatro torneos grandes (Wimbledon 2004), Federer atesora ya en su palmarés siete títulos grandes y parece en el camino de lograr el octavo de...

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Hace cuatro años, en una de las pistas del All England Club, un Roger Federer que aún no había alcanzado sus primeras semifinales en el Grand Slam perdió en la primera ronda de Wimbledon frente a un chico croata de 18 años por el que nadie hubiera apostado. Ayer, en la central de la catedral, los dos jugadores volvieron a enfrentarse en un duelo que tuvo unas características notablemente distintas. Mientras Ancic nunca ha superado unas semifinales en los cuatro torneos grandes (Wimbledon 2004), Federer atesora ya en su palmarés siete títulos grandes y parece en el camino de lograr el octavo dentro de unos días.

"¿Qué ha cambiado en Federer?", le preguntaron ayer a un Ancic que luchó hasta el final pero que perdió por un triple 6-4 en los cuartos de final. "Es incomparable", respondió el croata, cuyo único título hasta el momento lo consiguió en Hertogenbosch (Holanda), en hierba, el año pasado. "Recuerdo que sacaba y voleaba constantemente, con el primer saque y con el segundo. Además, no cerraba los puntos como lo hace ahora con su resto. Ni era tan contundente con sus passings, especialmente con el de revés. Ahora juega pensando mucho las cosas".

El veterano Bjorkman vence a Stepanek tras casi siete horas y se medirá al 'número uno'
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La derrota de Ancic supuso otro paso importante para Federer no sólo para consolidar sus opciones de conquistar su cuarto Wimbledon consecutivo, sino para aumentar el récord que ya posee de 46 victorias seguidas en hierba y dejar para la historia las 41 que había logrado el sueco Bjorn Borg con sus cinco títulos y la final de 1981. Federer jugó con una solvencia impresionante, con una seguridad total en sus golpes y una convicción absoluta en la victoria. "Sé que soy capaz de jugar a un nivel altísimo en estas pistas", reconoció el campeón suizo; "y creo que puedo repetirlo en semifinales. Pero no sé si eso bastará". Todo el mundo espera verle en una hipotética final contra Rafael Nadal.

La jornada había resultado especialmente dura para todos los jugadores, porque la aparición de la lluvia obligó a varias suspensiones, antes de que apareciera un sol brillante que sacó todo el resplandor a una hierba cada vez más inexistente en las dos pistas principales de Wimbledon. Pero lo fue especialmente para Rafael Nadal que estuvo esperando toda la tarde, matando el tiempo lo mejor que pudo, viendo lo mucho que les costó a Radek Stepanek y Jonas Bjorkman poner punto final a su partido y entraban en el quinto set cuando llevaban casi siete horas -incluyendo las interrupciones- en pista. Eso obligará al mallorquín a jugar hoy (Canal +, 14.00), en el que debía ser su día de descanso, su partido de cuartos de final contra el finlandés Jarkko Nieminen, 18º mundial. Si gana, su rival en semifinales será el chipriota Marcos Baghdatis, tras derrotar ayer al australiano Lleyton Hewitt.

El veterano Bjorkman salió finalmente vencedor del maratoniano partido que le enfrentó a Stepanek, cuarto cabeza de serie. Bjorkman cerró el marcador en 7-6 (7-3), 4-6, 6-7 (5-7), 7-6 (9-7), 6-4. Situado en el puesto número 59 de la clasificación mundial, Bjorkman alcanza a sus 34 años uno de los mayores éxitos de su larga carrera. El jugador de Vaxjo se enfrentará mañana a Federer con un puesto en la final en juego.

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