"¡Si falláis, no os perdono!"

A cada entrenamiento se sucede la misma escena una vez que Jesús Paredes haya acabado con la rueda de ejercicios físicos. Los futbolistas toman el balón y ya no lo sueltan hasta que enfilan el vestuario. Los rondos y los partidillos -el de ayer en Kaiserslatuern acabó 1-1 con goles de Raúl y Senna- presiden el grueso de una jornada laboral que contempla igualmente combinaciones por las bandas y remates y sobre todo una sesión de disparos a portería. Los jugadores practican especialmente las jugadas a balón parado. Los saques de esquina y las faltas laterales y frontales se suceden de forma ini...

A cada entrenamiento se sucede la misma escena una vez que Jesús Paredes haya acabado con la rueda de ejercicios físicos. Los futbolistas toman el balón y ya no lo sueltan hasta que enfilan el vestuario. Los rondos y los partidillos -el de ayer en Kaiserslatuern acabó 1-1 con goles de Raúl y Senna- presiden el grueso de una jornada laboral que contempla igualmente combinaciones por las bandas y remates y sobre todo una sesión de disparos a portería. Los jugadores practican especialmente las jugadas a balón parado. Los saques de esquina y las faltas laterales y frontales se suceden de forma ininterrumpida y a veces, como ocurrió el miércoles, se ensayan también los penaltis.

Villa, el Niño Torres y Raúl son los especialistas desde los once metros, aunque en los entrenamientos se ha visto hasta a Senna transformar una pena máxima como si fuera Panenka. "Una cosa es lo que pasa en un campo de pruebas y otra en una cancha en un partido oficial", advierte Luis, un consumado especialista en los lanzamientos de falta en sus tiempos de jugador del Atlético. La estadística asegura que desde la primera edición de la Copa del Mundo en 1930 se han lanzado 182 penaltis, de los que se han transformado 147 (81%) y fallado 35 (19%), 22 de ellos por la intervención del portero.

"No sé si ustedes son conscientes de que del 60 al 72% de los goles en las grandes ligas mundiales se consiguen en jugadas a balón parado" recuerda el seleccionador, que acostumbra a saltar al campo con una libreta en la mano y no para de corregir a sus futbolistas. "¡Si falláis no os perdonaré en la vida¡", soltó en el último ensayo celebrado en Kamen antes de partir a Mannheim, donde el equipo aguarda al partido de hoy en Kaiserslautern. Luis recordaba a sus jugadores las jugadas que habían visualizado en la sala técnica antes de saltar al campo y no admitía fallos.

Xavi tira los córners y las faltas laterales mientras que para las frontales hay especialistas como Villa, Senna, Pernía y Antonio López.

Los dos laterales del Atlético compiten por un mismo puesto y también en el lanzamiento de libres directos. "¡A ver si cae un gol de falta¡", asintió ayer Antonio López cuando se le recordó su acierto en los entrenamientos con independencia del portero que se sitúa bajo los palos. "¿Pernía?", se preguntó a instancias de los periodistas. "Le hemos recibido con los brazos abiertos, como haríamos con cualquiera. Somos un equipo y no hay que hacer distinciones entre titulares". A falta de Xavi, y de acuerdo con el último ensayo, en el partido de hoy contra Arabia Saudí, Cesc botará los lanzamientos de falta desde la derecha y Reyes lo hará desde la izquierda.

A Luis le salen las cuentas porque la selección suma cuatro goles a balón parado en los dos partidos disputados. Frente a Ucrania (4-0), Xabi Alonso marcó a la salida de un saque de esquina, "aunque no me enteré de que había sido yo hasta el descanso", y Villa transformó un penalti y un libre directo con la ayuda de un defensa. Y ante Túnez, Torres transformó la pena máxima que cerró el marcador (3-1) y le permite competir por el pichichi con tres tantos. El problema es que hoy no podrá aumentar su cuenta porque Luis le ha dado descanso.