Reportaje:

Doble rasero en la renta fija

La subida de tipos mejora la rentabilidad de cuentas y depósitos, pero encarece las hipotecas

Los tipos de interés suben e invertir directamente en títulos de renta fija, pública o privada se hace más rentable, lo mismo que mantener el ahorro en cuentas corrientes o depósitos. No sucede lo mismo cuando la apuesta por la renta fija se dirige hacia los fondos de inversión o planes de pensiones a largo plazo: los mercados anticipan más alzas y las pérdidas para los partícipes han comenzado a generalizarse. La peor parte se la llevan, sin embargo, los hipotecados: los presentes y los futuros, pues todos pagarán más.

Primeros días de junio: ING Direct anuncia que, a partir del 1 de j...

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Los tipos de interés suben e invertir directamente en títulos de renta fija, pública o privada se hace más rentable, lo mismo que mantener el ahorro en cuentas corrientes o depósitos. No sucede lo mismo cuando la apuesta por la renta fija se dirige hacia los fondos de inversión o planes de pensiones a largo plazo: los mercados anticipan más alzas y las pérdidas para los partícipes han comenzado a generalizarse. La peor parte se la llevan, sin embargo, los hipotecados: los presentes y los futuros, pues todos pagarán más.

Los fondos de renta fija a largo plazo arrojan, de media, unas pérdidas superiores al 1% en los cinco primeros meses de este año

Primeros días de junio: ING Direct anuncia que, a partir del 1 de julio, el tipo de interés de su Cuenta Naranja subirá hasta el 2,45% y que, además, lanzará un nuevo depósito mensual con una rentabilidad del 7% (lo habitual hasta ahora era el 6%), tanto para nuevos clientes como para aquellos que realicen un ingreso que supere su saldo máximo histórico. Las Cuenta Vivienda y Cuenta Negocios pasarán a ofrecer un 2,45% y un 2,6%, respectivamente.

Horas después fue Openbank quien decidió subir, desde el 1 de julio, el tipo de su Cuenta Open en veinte puntos básicos hasta el 2,3% y lanzar un depósito mensual para nuevos clientes al 7% (desde el 6% anterior). Para los clientes actuales, la entidad ofrece dos depósitos: uno a 6 meses, al 3,5 %, y otro a 12 meses, al 4%.

El turno, 24 horas después, correspondió a Citibank que anuncia que elevaba la rentabilidad de su Cuenta Ahorro al 2,50% y mantiene la combinación de la cuenta con un depósito a un mes al 10% TAE (tasa anual equivalente). E-Bankinter también se sumó al juego: su depósito a un mes ofrece un rendimiento del 7%.

Son éstos los cuatro ejemplos más claros de cómo la subida de los tipos de interés oficiales en la UE (la más reciente de un cuarto de punto, hasta el 2,75%) beneficia al ahorro directo en cuentas corrientes y depósitos. Aquí no se acaba, sin embargo, la bondad del alza de tipos: en general, todas las entidades han mejorado ligeramente la remuneración de sus imposiciones tanto en plazos cortos como medios o largos.

Invertir directamente en deuda pública nacional es también más rentable que hace unos meses. Según el Banco de España -este tipo de títulos se pueden adquirir directamente en este organismo-, una letra del Tesoro a 12 meses ofrece hoy un rendimiento financiero del 3,12%, mientras que en junio de 2005 era del 2,06%. En los bonos a 5 años se ha pasado de un tipo de interés marginal del 2,64% a otro del 3,26%. Lo más llamativo corre de la mano de las obligaciones a 10 años: en enero, su rentabilidad en el mercado primario o de emisión se situaba en el 3,31%; hoy supera el 4%. En renta fija privada, el alza de las remuneraciones es también significativa: como ejemplo, los pagarés negociados en el mercado AIAF a 12 meses ofrecen el 3,5%; a 5 años, el 4,06%, y a 10 años, hasta el 4,4%.

Unos datos que explican el que se haya extendido la idea de que en época de alza de tipos de interés la renta fija aumenta su rentabilidad. No es, sin embargo, siempre así: este tipo de activos también puede producir pérdidas, más cuando precisamente se elevan los tipos de interés y más aún cuando las expectativas son de que sigan haciéndolo en el futuro. Para muestra lo que está sucediendo con los fondos de inversión y planes de pensiones de renta fija de más largo plazo.

Estos fondos y planes colocan su patrimonio en los distintos activos de renta fija que se hallan en los mercados. Cada día se calcula el valor liquidativo de sus participaciones, es decir, su precio tanto a efectos de suscripción como de reembolso. Para realizar ese cálculo, se toman los valores de mercado de cada uno de los activos del fondo. Como desde enero, los tipos de los bonos, obligaciones, etcétera, están subiendo, el resultado es que el precio de estos títulos está bajando y, por tanto, los valores liquidativos de los fondos que invierten en ellos, también. (Los compradores, que saben que si acuden al mercado primario obtendrían a 10 años una rentabilidad del 4%, están dispuestos a hacerse con un título de renta fija emitido al 3% sólo si logran una rebaja en su precio, que será mayor o menor en función de la duración del activo).

El resultado: de media, los fondos de renta fija a largo plazo arrojan unas pérdidas superiores al 1% en los cinco primeros meses; los fondos de renta fija internacional caen un 0,73%; los garantizados de renta fija, un 0,13%; los planes de pensiones de renta fija a largo plazo ceden un 0,48% en 12 meses...

Como el horizonte de la inversión es mucho más corto para los fondos de renta fija a corto plazo y los de dinero (FIAMM), la variación al alza de los tipos de interés les ha afectado en menor medida.

Con vistas al futuro, el quid de la cuestión en la inversión conservadora no es tanto cuanto han subido ya los tipos sino en qué medida lo van a seguir haciendo. El mercado parece tener claro que aún no se puede dar por terminado el ciclo alcista. Si así fuese, la mejor opción, según los expertos, es tomar posiciones a muy corto plazo para poder beneficiarse en el futuro de esas previsibles alzas.

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