Wall Street en el Tesoro
Su "habilidad para explicar los temas económicos claramente" ha sido uno de los principales atributos que ha destacado Bush para nombrar al presidente de Goldman Sachs, Henry Paulson, presidente de Goldman Sachs, como nuevo secretario del Tesoro. No es la más importante de las credenciales que debe tener la persona que ocupe la mayor de las responsabilidades de la política económica estadounidense, aunque es la que probablemente requiera la mejora del estado de ánimo de los ciudadanos, inquietos desde hace meses por el futuro. En esa clave de fortalecimiento de las hoy muy bajas horas del inqu...
Su "habilidad para explicar los temas económicos claramente" ha sido uno de los principales atributos que ha destacado Bush para nombrar al presidente de Goldman Sachs, Henry Paulson, presidente de Goldman Sachs, como nuevo secretario del Tesoro. No es la más importante de las credenciales que debe tener la persona que ocupe la mayor de las responsabilidades de la política económica estadounidense, aunque es la que probablemente requiera la mejora del estado de ánimo de los ciudadanos, inquietos desde hace meses por el futuro. En esa clave de fortalecimiento de las hoy muy bajas horas del inquilino de la Casa Blanca hay que entender el desde hace tiempo anticipado cambio en el Tesoro, así como otros importantes en el equipo presidencial. Bajo la presidencia de Bush esa posición había reducido de forma creciente su peso e influencia, con independencia de que su ocupante hasta ahora, John Snow, tampoco disponía del predicamento de algunos antecesores. Robert Rubin, también procedente del mismo banco, y Larry Summers, los dos con Clinton, fueron ampliamente respetados no sólo por Wall Street, sino por la comunidad empresarial y comunidad académica. Paulson deberá enfrentar una economía amenazada por los elevados déficit fiscal y de la balanza de pagos, EE UU necesita ahorro del resto del mundo por unos 700.000 millones de dólares en un entorno financiero que no es precisamente el más propicio. Gestionarlos, sin dañar excesivamente la estabilidad y la solvencia de las muy altamente endeudadas familias americanas, será, sin duda, su principal tarea.