El dibujo como motor

En el principio es el dibujo, pero su expresión final alcanza la moda, el cómic o el vídeo, se realiza sobre la tapa de una lavadora o un lienzo, se emplea un cúter, unos lápices de colores o un programa informático,... La exposición Dibujando el revés, que se presenta hasta el 9 de julio en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria, supera el tópico del dibujo como lo que se realiza sobre un papel con el trabajo de seis creadores vascos de trayectoria reconocida: Manu Arregui, Bene Bergado, Blami, Abigail Lazkoz, Edu López y Miriam Ocáriz. A partir de ese soporte básico, todos ellos r...

En el principio es el dibujo, pero su expresión final alcanza la moda, el cómic o el vídeo, se realiza sobre la tapa de una lavadora o un lienzo, se emplea un cúter, unos lápices de colores o un programa informático,... La exposición Dibujando el revés, que se presenta hasta el 9 de julio en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria, supera el tópico del dibujo como lo que se realiza sobre un papel con el trabajo de seis creadores vascos de trayectoria reconocida: Manu Arregui, Bene Bergado, Blami, Abigail Lazkoz, Edu López y Miriam Ocáriz. A partir de ese soporte básico, todos ellos realizan una obra dispar, muchas veces contrapuesta, pero siempre sugerente y dotada de coherencia. Itxaso Mendiluze ha comisariado la muestra con piezas inéditas en el País Vasco y, en algunas ocasiones, como en el caso de Bergado, Ocáriz y López, realizadas expresamente para la ocasión.

Bene Bergado (Salamanca, 1963), quien se ha embarcado en los últimos tiempos en la creación de un museo imaginario, acerca a Vitoria parte de su "catálogo de taxonómicas inventadas", formado por una serie de dibujos que suponen la parte gráfica de ese museo. Su aportación es la más cercana al dibujo clásico, pero sus representaciones se integran en referentes imaginarios como los "fantasmas de la justicia y de la injusticia".

La diseñadora de moda Miriam Ocáriz (Bilbao, 1968) trabaja habitualmente con estampados que ella misma dibuja y pinta. En esta ocasión, ha decorado toda una sala con papel pintado que lleva el mismo motivo que un vestido de su creación en un ambiente que recoge con pasión la tarea que lleva de la mesa de dibujo a la pasarela.

"El más salvaje"

Blami (Lasarte, 1970) presenta el lado urbano. Lo mismo trabaja sobre una tabla que se ha encontrado en la basura que sobre la tapa de una lavadora o con planchas de plástico negro en las que dibuja con un cúter. Es, sin duda, "el más salvaje de la exposición", comenta Mendiluze. Blami trabaja muy intuitivamente, en cualquier lugar y sobre múltiples soportes.

No es ése el caso de Edu López (San Sebastián, 1965), quien muestra su pasión por el cómic con una serie de pequeños acrílicos sobre lienzo que recuperan iconos clásicos como los superhéroes o acuden a referencias de la historieta (Tintín) y de la poesía (el cuervo del Nevermore de Poe). Mendiluze explica que estos pequeños cuadros surgen como divertimentos que luego toman forma y coherencia en forma de series.

Abi Lazkoz (Bilbao, 1972) trabaja normalmente en grandes murales, pero en esta ocasión presenta sus dibujos en tinta sobre papel, en los que muestra sus reflexiones sobre el mundo que le rodea y su relación con el mismo. De una minuciosidad extrema, sus dibujos muestran mundos oníricos repletos de geometrías dispares en los que siempre está presente la referencia a la propia artista.

De otra manera, pero también con la reflexión sobre la condición humana como telón de fondo, Manu Arregui (Santander, 1970) lleva a la pantalla del vídeo un dibujo creado con herramientas digitales en 3-D, que presenta a una mujer bajando unas escaleras interminables. En su descenso, la protagonista recita, con la voz de la actriz de doblaje Elsa Fábregas una letanía que concluye: "Pena es tener tan sólo una vida, sólo una vida es poco, para esto de querer sin recompensa".