El juez da la razón al grupo Milan y falla que Carioca le copia gomas de borrar

El grupo catalán Milan, en manos de la cuarta generación de la familia Marcó y conocido sobre todo por sus gomas de borrar, ha recogido un primer fruto de lo que denomina "cruzada" contra la copia de sus productos, un problema del que la empresa empezó a tomar conciencia hace tres años y que en 2004 derivó en varias denuncias.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Barcelona acaba de dar la razón al grupo gerundense de material escolar en la batalla que libraba en este caso contra Universal Española, propietaria de la marca Carioca. Según el juez, Carioca ha cometido una "infracción de ...

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El grupo catalán Milan, en manos de la cuarta generación de la familia Marcó y conocido sobre todo por sus gomas de borrar, ha recogido un primer fruto de lo que denomina "cruzada" contra la copia de sus productos, un problema del que la empresa empezó a tomar conciencia hace tres años y que en 2004 derivó en varias denuncias.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Barcelona acaba de dar la razón al grupo gerundense de material escolar en la batalla que libraba en este caso contra Universal Española, propietaria de la marca Carioca. Según el juez, Carioca ha cometido una "infracción de derechos de la propiedad intelectual" al haber "copiado" en sus propias gomas dibujos originales de animales que aparecen sobreimpresionados en tres de los modelos de las gomas de Milan. Este último grupo, que dirige Jaume Marcó Bosch, bisnieto del fundador, Santiago Marcó Pomar, lidera el mercado español de las gomas. Su estrella ha sido la Nata 624.

Carioca, que según el fallo debe retirar ahora del mercado nacional y de exportación las gomas que llevan "idénticos" dibujos a los diseñados por su competidor, ha recurrido contra la sentencia. Pero también lo ha hecho la propia denunciante. Milan quería ir más allá y que a su rival se le cargara la acusación de "competencia desleal", según explicaron ayer fuentes de la empresa.

Milan, que fabrica sus gomas en Palafrugell y cuyos últimos datos públicos situaban la facturación en 15,7 millones de euros en 2003, abrió otros frentes judiciales. A finales de 2004, interpuso una demanda contra Fulco, que tiene fábrica en L'Hospitalet de Llobregat y vende productos de la marca de plastilinas Jovi. También por presunta copia de dibujos en sus gomas, supuestamente importadas de China y con cero costes de diseño. En ese caso, el juez no ha visto delito y Jovi sigue vendiendo sus gomas, aunque arrastra un recurso. Milan, que nació en un pequeño taller de Palafrugell hace casi 90 años y se ha convertido en una empresa en plena internacionalización y diversificación de productos, denuncia tanto las "inferiores prestaciones" de las copias como daños económicos.

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