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Ya han pasado algunos años desde que la banca por Internet apareció como modelo de distribución de servicios bancarios. La euforia inicial, y la polémica, sobre el futuro de la banca tradicional y la evolución de la propia banca online dio paso a planteamientos de mayor racionalidad económica.

Para algunos representaba la banca del futuro, para la mayoría una amenaza que, a falta de fuerzas, había que adoptar para evitar ser arrastrado por las nuevas tecnologías en los hábitos de los clientes bancarios. Finalizado el año 2005, aquellas entidades que apostaron por un modelo de ban...

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Ya han pasado algunos años desde que la banca por Internet apareció como modelo de distribución de servicios bancarios. La euforia inicial, y la polémica, sobre el futuro de la banca tradicional y la evolución de la propia banca online dio paso a planteamientos de mayor racionalidad económica.

Para algunos representaba la banca del futuro, para la mayoría una amenaza que, a falta de fuerzas, había que adoptar para evitar ser arrastrado por las nuevas tecnologías en los hábitos de los clientes bancarios. Finalizado el año 2005, aquellas entidades que apostaron por un modelo de banca a distancia, por tercer año han crecido, con incrementos de inversión crediticia y depósitos superiores al 30% y 15%, respectivamente, poniendo de manifiesto que el patrón de crecimiento de la banca tradicional también lo es de la banca online. Pero la asignatura pendiente sigue siendo la rentabilidad, que presenta una heterogeneidad más acusada, entre el 0,2% y el 1% sobre activos.

Los empleados de las oficinas bancarias tendrán más tiempo para atender a los clientes, pero menos clientes a los que atender

Según el Banco de España, los depósitos por Internet representan para el conjunto del sector en torno a 18.000 millones de euros, más de un 2% del total, con crecimientos superiores al 20%. En torno al 80% del saldo se concentra en cuentas a la vista y el 20% en depósitos a plazo. Las últimas estadísticas presentadas por Eurostat también refuerzan esta tendencia. El 91% de las pymes (más de 10 empleados) de la Europa-15 disponen de acceso a Internet y el 53% de los hogares. El 46% de la población total usa regularmente Internet, proporción que asciende al 81% de los estudiantes, lo que parece indicar que el crecimiento de los canales online está asegurado. ¿Asistiremos, en consecuencia, a la paradoja de la banca por Internet?: "Los empleados de las oficinas bancarias tendrán más tiempo para atender a los clientes, pero menos clientes en las oficinas con los que interactuar; y los que acudan no serán el segmento rentable".

Victoria Santillana y Esteban Sánchez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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