Fórmula 1 | Gran Premio de Europa

Error de Michelin

Al margen de los aciertos estratégicos de Michael Schumacher y de la progresión incuestionable de los Ferrari en las dos últimas carreras, los neumáticos volvieron ayer a ejercer un papel preponderante. Michelin cometió un error en la elección de las gomas para la carrera de Nürburgring y propuso unos compuestos excesivamente duros para una carrera que se disputó en unas condiciones meteorológicas de menos calor del esperado (21 grados de temperatura ambiente). Los neumáticos blandos elegidos por la firma francesa ya eran excesivamente duros para el estado del circuito ayer en la carrera.
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Al margen de los aciertos estratégicos de Michael Schumacher y de la progresión incuestionable de los Ferrari en las dos últimas carreras, los neumáticos volvieron ayer a ejercer un papel preponderante. Michelin cometió un error en la elección de las gomas para la carrera de Nürburgring y propuso unos compuestos excesivamente duros para una carrera que se disputó en unas condiciones meteorológicas de menos calor del esperado (21 grados de temperatura ambiente). Los neumáticos blandos elegidos por la firma francesa ya eran excesivamente duros para el estado del circuito ayer en la carrera.

Lo pagaron todos los equipos de Michelin y especialmente los que mejor tratan los neumáticos, como es el caso de Renault y de McLaren. Alonso invirtió demasiados pares de gomas en las sesiones de clasificación para hacerse con la pole position y tuvo que afrontar la carrera muy corto de neumáticos nuevos. McLaren encontró siempre problemas a fin de dar a las gomas la temperatura adecuada para lograr su máximo rendimiento. Como consecuencia, perdían adherencia y rodaban más lentos. Fue el principal problema de las flechas plateadas, puesto que las mejoras en el motor y en la aerodinámica son evidentes y se notarán en las próximas carreras.

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Ayer, como ya había ocurrido en Imola hace un par de semanas, Bridgestone volvió a ganarle la batalla a Michelin. Michael Schumacher salió con neumáticos usados porque su textura más blanda les daba mucha adherencia, y pudo colocar juegos nuevos en las dos paradas en boxes. Alonso, en cambio, los utilizó usados en la segunda. Pero lo realmente determinante fue el acierto de Ferrari de salir con más gasolina que Alonso y permitir a Schumacher dar tres vueltas más antes de repostar por segunda vez, marcando ahí la vuelta rápida. Hicieron lo que no hizo Renault en Imola.

Sin embargo, todos estos aspectos no deben eclipsar el excelente trabajo de Ferrari en las últimas semanas. No sólo han convertido su motor en el más rápido en las rectas, sino que han modificado las geometrías de las suspensiones y han ajustado la aerodinámica. Shell, su suministrador de combustible, y Bridgestone se sienten recompensados. Y el equipo vuelve a funcionar como un reloj, con un buen ambiente interno y con dos pilotos, como Schumacher y Felipe Massa, capaces de ganar carreras y hacer podios, como ayer.

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