Análisis:Laboral | CONSULTORIO

Reforma laboral

Situados ya en la recta final del acuerdo sobre la reforma laboral, van revelándose los puntos sobre los que va a girar el proyecto. Tras superar infinidad de rumores y declaraciones, la lucha contra la precariedad en el empleo y el fomento de la contratación estable parecen haberse convertido en el principal argumento de la misma. En el camino se han quedado otros temas más espinosos, como la rebaja del despido o las limitaciones a la subcontratación, en los que las divergencias entre las partes habían conducido a un callejón sin salida.

El Gobierno parece dispuesto a poner toda...

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Situados ya en la recta final del acuerdo sobre la reforma laboral, van revelándose los puntos sobre los que va a girar el proyecto. Tras superar infinidad de rumores y declaraciones, la lucha contra la precariedad en el empleo y el fomento de la contratación estable parecen haberse convertido en el principal argumento de la misma. En el camino se han quedado otros temas más espinosos, como la rebaja del despido o las limitaciones a la subcontratación, en los que las divergencias entre las partes habían conducido a un callejón sin salida.

El Gobierno parece dispuesto a poner toda la carne en el asador en este tema y ha anunciado un "plan de choque" para reducir la excesiva temporalidad que padece nuestro país. Para ello se propone incentivar con ayudas públicas la conversión de los contratos temporales en indefinidos, pero sólo durante un periodo de tiempo limitado. La finalidad es facilitar "de manera masiva" la conversión del empleo temporal en indefinido. Transcurrido dicho plazo, las bonificaciones a la transformación de los contratos desaparecerían.

Los empresarios que quieran hacer fijos a sus trabajadores temporales podrían además utilizar el contrato de fomento del empleo, cuya indemnización por despido es más barata que la del contrato indefinido ordinario (33 días frente a los 45 días que constituye la regla general)

Se pretende también limitar el encadenamiento de contratos para que un mismo trabajador no esté contratado en una empresa más de 24 meses en un periodo máximo de 36 (los contratos de interinidad y los formativos no contarían), un plazo que los sindicatos quieren reducir a 30 meses. Existe también conformidad en la reducción en un punto de las cuotas empresariales al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), así como en la mejora de las prestaciones del fondo.

Éstos parecen algunos de los puntos sobre los que presumiblemente va a centrarse el acuerdo que deberá aprobarse en los próximos días. No obstante, es probable que la reforma no se quede ahí. El ministro de Trabajo ha afirmado que dicha reforma, por sí sola, no va a ser suficiente, por lo que habrá que ir ampliándola con "reformas sucesivas".

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