El PSC pacta con Clos la renovación de su equipo con vistas a las municipales de 2007

Segunda vuelta. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, introdujo ayer más cambios en su equipo de gobierno tras la sustitución de Ferran Mascarell por su marcha al Ejecutivo catalán. Unos cambios que han venido forzados en cierta manera por la dirección del PSC con vistas a las elecciones de 2007. La clave es la renovación, no estrictamente generacional, para dar paso a los valores en alza del PSC, lo que ya quedó claro con la reciente promoción de Carles Martí y Jordi Hereu. A Marina Subirats, independiente, y Núria Carrera, militante del PSC desde hace dos años, les sustituyen dos mujeres del P...

Segunda vuelta. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, introdujo ayer más cambios en su equipo de gobierno tras la sustitución de Ferran Mascarell por su marcha al Ejecutivo catalán. Unos cambios que han venido forzados en cierta manera por la dirección del PSC con vistas a las elecciones de 2007. La clave es la renovación, no estrictamente generacional, para dar paso a los valores en alza del PSC, lo que ya quedó claro con la reciente promoción de Carles Martí y Jordi Hereu. A Marina Subirats, independiente, y Núria Carrera, militante del PSC desde hace dos años, les sustituyen dos mujeres del PSC: Sara Jaurrieta y Montserrat Sánchez.

Clos y el PSC querían introducir cambios desde tiempo atrás. Se quiso aprovechar la fallida crisis de gobierno del Ejecutivo catalán de hace seis meses, cuando desde el otro lado de la plaza de Sant Jaume se daba por sentado que Ferran Mascarell asumiría la cartera de Cultura.

Ahora, con la marcha de Mascarell a la Generalitat, su sustitución por Carles Martí en el área de Cultura y Jordi Hereu como portavoz quedaba bastante claro que se daba un empujón a dos de los valores en alza bien vistos por el aparato del PSC. Con la renuncia de Subirats y Carrera, y su sustitución por militantes que se consideran de la nueva hornada socialista, se refuerza todavía más esa misma línea. El aparato del partido, ante la debilidad de Clos en las encuestas, ha visto el momento propicio para forzar los cambios que configuran las futuras listas electorales, siempre motivo de discordia entre el alcalde y el partido.

De paso, Clos ha aprovechado para mover los que han sido sus colaboradores más cercanos. Xavier Casas dejará de ser el supercontrolador de Urbanismo, cartera que asumirá Assumpta Escarp, que abandonará, a su vez, Participación Ciudadana, aunque no el distrito del Eixample, del que es concejal.

El cambio a Urbanismo de Escarp, jefa de gabinete de Clos durante años -prácticamente su sombra- e impulsora de la reciente ordenanza cívica, también se interpreta como una señal de cierta independencia y de proyección política de la edil.

Por el contrario, nadie quiere reconocer abiertamente que esas modificaciones no son las mejores para Xavier Casas, que pierde peso en el gobierno de Clos. Casas seguirá siendo el primer teniente de alcalde y asumirá una suerte de coordinación de todo el equipo de gobierno: PSC, ERC e ICV. Este es un cargo de nuevo cuño que también está relacionado con el hecho de que sólo falta un año para las elecciones, y con el final de un mandato que ha resultado difícil y duro para Clos y su equipo. Después del batacazo electoral de pasar de 20 a 15 ediles en 2003, las encuestas les castigaban cada vez con peores notas y bajas calificaciones, una tendencia que sólo se ha corregido en el último trimestre de 2006.

Las modificaciones han sido cocinadas entre Clos y sus más estrechos colaboradores y dirigentes de la federación de Barcelona del PSC. De hecho, el viernes pasado mantuvieron una reunión en la que se habló de los cambios que se iban a introducir en el equipo de gobierno.

Si Clos resumía ayer las novedades como la voluntad de presentarse "a las elecciones con gente preparada y volver a captar la ilusión de la gente", un destacado dirigente socialista lo resumía así: "Es el paso de los que estaban en la primera línea a la segunda y que éstos den un paso adelante".

En principio, las tres nuevas incorporaciones en el equipo de concejales socialistas tendrán repercusión en los distritos, y distintas fuentes municipales apuntaban ayer probables cambios. El propio alcalde matizó que habrá movimiento en el territorio. Estos cambios se concretarán la semana próxima con la distribución del nuevo cartapacio. Por ejemplo, hace falta decidir quién se hará cargo del área de Enseñanza, una de las más significativas del consistorio, en el que la labor de Subirats siempre ha sido reconocida. Las quinielas ya empezaban ayer a cruzarse, por ejemplo, situando a Montserrat Ballarín al frente de Enseñanza y en el distrito de Les Corts a una de las nuevas ediles. La despedida de los tres concejales será el próximo viernes, en la sesión del pleno.