Tres mujeres y un niño heridos en el asalto a un restaurante en Elche

Los cuatro atracadores iban encapuchados y armados con pistolas

"Esto es un horror, no sé cómo lo vamos a superar". Era la frase que ayer repetía una y otra vez María Agulló, propietaria del restaurante Nugolat, en la carretera entre Elche y Dolores. La noche del domingo cuatro encapuchados entraron armados con pistolas y tras pegar y atar a tres mujeres y a un niño, se llevaron las joyas que tenían y la recaudación del fin de semana, 5.000 euros en metálico.

Los encapuchados, vestidos de negro con pasamontañas y guantes, y armados con pistolas, entraron en el establecimiento sobre las 21.30 aprovechando que una de las mujeres, hermana de la propiet...

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"Esto es un horror, no sé cómo lo vamos a superar". Era la frase que ayer repetía una y otra vez María Agulló, propietaria del restaurante Nugolat, en la carretera entre Elche y Dolores. La noche del domingo cuatro encapuchados entraron armados con pistolas y tras pegar y atar a tres mujeres y a un niño, se llevaron las joyas que tenían y la recaudación del fin de semana, 5.000 euros en metálico.

Los encapuchados, vestidos de negro con pasamontañas y guantes, y armados con pistolas, entraron en el establecimiento sobre las 21.30 aprovechando que una de las mujeres, hermana de la propietaria, de 56 años, había salido a sacar la basura. Los asaltantes comenzaron a golpearla y allí mismo la maniataron y la obligaron a entrar con ellos, según explica María Agulló, que no estaba en ese momento en el local.

Los atracadores revisaron el restaurante y al no encontrar allí nada subieron al piso de arriba, donde hay dos viviendas. En ellas se encontraban dos mujeres de 50 y 56 años, hermanas de la propietaria, un nieto de siete años, una anciana de 86 impedida y la señora que la cuida. Los atracadores amordazaron a la anciana y ataron y golpearon en repetidas ocasiones a las otras tres mujeres. Al niño, al que sorprendieron en la ducha, lo obligaron a salir del baño y le dijeron que se pusiera un albornoz. Luego, con el niño cogido y tapándole la boca con la mano, según explicaron a María Agulló, exigieron a las otras víctimas que les dieran el dinero y joyas.

Las mujeres, a pesar del susto, no paraban de pedir que no les pegaran y les repetían que se lo iban a dar todo. Los ladrones desvalijaron cada habitación. La propietaria relató ayer que cuando llegaron a una habitación cerrada pidieron las llaves y al decir una de las mujeres que iba a buscarlas se negaron y mandaron al niño. El pequeño les pidió que no pegaran más a su abuela y trajo la llave, siempre según el relato de Agulló. En esa habitación estaba la caja fuerte, que los asaltantes abrieron llevándose la recaudación del fin de semana, unos 5.000 euros. Tras la huida de los asaltantes, las mujeres relataron a la policía los detalles del asalto y características de los atracadores.

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