Empleo de jóvenes
Estamos asistiendo a una serie de movilizaciones en Francia sin precedentes en épocas recientes. Cerca de tres millones de personas se manifestaron el pasado martes y las convocatorias resultan cada vez más multitudinarias. El nuevo "contrato del primer empleo" con el que el Gobierno francés pretende incentivar el empleo entre los jóvenes, parece suscitar el rechazo, no sólo de sindicatos y estudiantes, sino de gran parte de la sociedad francesa.
El proyecto de ley permite a los empresarios despedir a los nuevos trabajadores menores de 26 años sin justificación, durante los dos primeros...
Estamos asistiendo a una serie de movilizaciones en Francia sin precedentes en épocas recientes. Cerca de tres millones de personas se manifestaron el pasado martes y las convocatorias resultan cada vez más multitudinarias. El nuevo "contrato del primer empleo" con el que el Gobierno francés pretende incentivar el empleo entre los jóvenes, parece suscitar el rechazo, no sólo de sindicatos y estudiantes, sino de gran parte de la sociedad francesa.
El proyecto de ley permite a los empresarios despedir a los nuevos trabajadores menores de 26 años sin justificación, durante los dos primeros años, eliminando así la protección dispensada por los actuales contratos, que contemplan un periodo de prueba máximo de seis meses, tras el cual las empresas deben justificar cualquier despido.El Gobierno intenta fomentar la contratación de un sector de la población muy castigado por el paro.
Pero las dificultades de acceso de los jóvenes al mercado laboral no son un problema exclusivo del país vecino. La temporalidad y el desempleo juvenil alcanzan también en España índices muy altos. Recientemente se ha promovido en el Congreso una iniciativa para que en un plazo de seis meses el Gobierno adopte una serie de medidas destinadas a reducir la precariedad en el empleo de los jóvenes y a mejorar sus posibilidades de incorporación al mercado laboral.
Las medidas existentes hasta ahora en España para el fomento del empleo de este colectivo han resultado marcadamente insuficientes. Los programas de fomento del empleo indefinido no recogen en la actualidad bonificaciones específicas para la contratación de jóvenes. Existen además algunos contratos (formación o prácticas) que tratan de favorecer su inserción laboral así como su formación.
La iniciativa parlamentaria aboga por reformar el sistema de bonificaciones a la contratación indefinida, acabar con la rotación de contratos, facilitar la utilización del contrato a tiempo parcial o impulsar la cultura emprendedora en el colectivo.Por su parte, los sindicatos se han apresurado a afirmar que el fomento del empleo entre los jóvenes no puede pasar por la reducción de sus derechos como trabajadores.