La venta de terrenos del concejal de Urbanismo de Oropesa está sujeta a una recalificación

Jesús Ger puede reclamar al edil del PP los 568.000 euros de la venta de cinco fincas

El contrato privado de compraventa firmado entre Tomás Fabregat, ahora concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Oropesa, y el grupo Marina d'Or incluye una cláusula que condiciona la operación a la recalificación del suelo. Dado que no se ha producido la recalificación, según el documento, el comprador, el grupo Marina d'Or, podría reclamar las cantidades pagadas por el suelo, que ascienden a un total de 567.905 euros. Las cinco parcelas que compró y agrupó Fabregat en 2000 (11.811 metros) estaban calificadas como suelo agrícola, y pagó solo 75.125 euros por ellas.

El documento, cuya e...

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El contrato privado de compraventa firmado entre Tomás Fabregat, ahora concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Oropesa, y el grupo Marina d'Or incluye una cláusula que condiciona la operación a la recalificación del suelo. Dado que no se ha producido la recalificación, según el documento, el comprador, el grupo Marina d'Or, podría reclamar las cantidades pagadas por el suelo, que ascienden a un total de 567.905 euros. Las cinco parcelas que compró y agrupó Fabregat en 2000 (11.811 metros) estaban calificadas como suelo agrícola, y pagó solo 75.125 euros por ellas.

Fabregat firma las propuestas de acuerdo de asuntos urbanísticos de Marina D'Or

El documento, cuya existencia reconoció el propio Fabregat, señala que en el supuesto de que, en el plazo de dos años, "los terrenos objeto de compra no hubieran adquirido la calificación de suelo urbano", el contrato "quedará resuelto y sin efecto". Meses después, el ahora edil las vendió a Construcciones Castellón, del grupo Marina d'Or, que preside Jesús Ger, por 567.905 euros, cuando la calificación seguía siendo de suelo agrícola. Desde entonces, las fincas no han sufrido ninguna reclasificación, tal como admitió el propio Fabregat. De esta manera, el comprador podría hacer efectiva la cláusula que señala que la rescisión del contrato puede conllevar el reintegro de lo que las partes "hayan recibido como consecuencia de este contrato", es decir que, al no haber habido recalificación, Marina d'Or podría reclamar a Fabregat los 567.905 euros cobrados de los que una parte se pagó en especie, con un apartamento del grupo.

El contrato fue firmado en 2000 y, tal como según indica, otorga un plazo de dos años para la recalificación del terreno. Según el registro de la propiedad, las parcelas siguen siendo propiedad de Construcciones Castellón, de lo que se deduce que las mismas no han sido devueltas al que ahora es el máximo responsable del Urbanismo en Oropesa.

La operación protagonizada por Tomás Fabregat antes de ser concejal y el hecho de que admitiera ante un juez haber comprado parte de una parcela con dinero negro, provocó ayer las críticas del PSPV, Bloc y EU. Josep Lluis Romero, el edil del Bloc en el Ayuntamiento de Oropesa, en el que actúa, prácticamente en solitario, como oposición, anunció ayer que estudiará la recusación de Fabregat con el fin de evitar su participación en las votaciones de temas relacionados al grupo Marina d'Or, que desarrolla en el municipio un complejo vacacional. Sin embargo, Romero hizo especial hincapié en que el edil "podría estar viciando todos los procedimientos" ya que, pese a que su voto no es decisivo, dada la mayoría del PP, es Fabregat quien firma las propuestas de acuerdo referentes a los temas urbanísticos que también incumben a Marina d'Or, con cuyo dueño, Jesús Ger, comparte además la titularidad de un local comercial.

Por su parte, el secretario de organización del PSPV en la Plana Mitja, Francisco Valverde, sostuvo que los cargos públicos "deben dar ejemplo y si éste señor se movía en las coordenadas de efectuar de esta manera sus pagos, no debería haber entrado en el ámbito público para no dañar la imagen de los representantes municipales". Además, Carles Mulet, concejal de Esquerra Unida en el vecino municipio de Cabanes, recordó que dos de los seis concejales del PP en dicho ayuntamiento "trabajan directamente para empresas del grupo", lo que ya provocó su recusación para la votación en la que se le adjudicó la macrourbanización que rodeará el futuro parte Mundo Ilusión.

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